Electromédicos de Cienfuegos: La vida detrás de los equipos

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Detrás de cada latido que indica la vitalidad de una nueva vida, está el desvelo de los especialistas médicos y paramédicos, pero además, la mano creadora de un electromédico de Cienfuegos.

Igual sucede tras cada bocanada de aire y oxígeno que tuvieron y aún tienen los enfermos de COVID-19 y otros padecimientos que lo requieren en su tratamiento.

Esas son dos de las aristas en que han estado involucrados quienes laboran en el Centro Provincial de Ingeniería Clínica y Electromedicina (Cicem), cuyas inventivas sortean los nefastos efectos del bloqueo y posibilitan mantener de alta equipos vitales en áreas de Salud, policlínicos y hospitales.

“Por concepto de recuperación de mobiliario clínico el país logró ahorrar casi 26 millones de pesos en moneda nacional, y de esa cifra nuestra provincia aportó casi nueve millones con la atención a unos 16 mil 908 muebles durante 2021”, explica el máster ingeniero Carlos Dorticós Morales, director del Cicem.

“Al cierre de diciembre de 2021 Cienfuegos disponía de cuatro mil 244 equipos médicos; de ellos, 74 rotos y 127 afectados, para un coeficiente técnico del 98,43 por ciento, lo que significa que a pesar de las evidentes limitaciones con la entrada de piezas de repuestos, primó una mayor atención a los equipos, dar más mantenimientos técnicos para lograr la sostenibilidad y recuperar equipos y muebles clínicos, un renglón sobrecumplido”, asegura el directivo.

De manera sostenida en los últimos años el Cicem cienfueguero sobresale por sus resultados; en 2021 fue nuevamente destacado a nivel nacional, y su colectivo se enorgullece de ostentar la condición 8 de Octubre de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR); pero no quedan ahí, pues aspiran al Premio Provincial de la Calidad y a serreconocidos como Colectivo Moral del sector de Salud Pública.

“La ciencia y la técnica han primado seriamente, asegura Dorticós Morales, y contamos con tres trabajos con reconocimiento nacional y su generalización, presentados hace poco más de un año, y guardan relación con la ventilación de pacientes, el Programa Materno Infantil y la campaña antivectorial”.

Marelys Suárez Salabarría es la representante de Ciencia y Técnica, y abunda en las líneas de investigación que ya se desarrollan en el centro. “Hemos definido cuatro líneas investigativas fundamentales: sistema de ventilación y soporte de vida, sostenibilidad y mantenimiento técnico del equipamiento y las tecnologías; sistema de gestión integrado de calidad y del capital humano y desarrollo y eficiencia económica en el ahorro de recursos. Como puede notarse la gama es amplia y diversa, y varios de nuestros especialistas están involucrados de a lleno en esos temas; los resultados así lo demuestran”.

 YURI

“Mi trabajo consiste en la recuperación y enrollado del transformador de los monitores fetales Toito, que se utiliza para monitorear las pulsaciones del feto, lo cual permite a los médicos adoptar decisiones referentes al bebé y su mamá”, explica el licenciado Yurisley Sánchez Alcaina, con un destacado quehacer en el aporte de soluciones para mantener de alta la tecnología médica.

“No es un problema exclusivo de Cienfuegos, sino que está generalizado en todo el país. Son transformadores un poco complicados, de origen japonés, bastante caros, y solo se comercializan por ese país”, abunda este muchacho decidido, que al conocer de la problemática pidió revisar el transformador y poner manos a la obra.

“Decidí trabajar con el aditamento. Los transformadores son muy difíciles para poder determinar los datos, porque se queman y se deterioran. Lo que hice fue recalcular mediante fórmulas y así pude determinar corriente, voltajes, cantidad de vueltas; ya hay diez recuperados y una cantidad similar aguarda para volver a estar funcionales”.

Pero no quedó solo ahí. “Le incrementé, además, una tapa acoplada para evitar el derrame cuando se queman y también los estoy adaptando para que puedan funcionar con corriente de 220v, pues ese es un error frecuente. Con la adaptación a ambos voltajes se minimizan los daños”, apunta Yuri como todos lo conocen.

Sabe que su trabajo contribuye a salvar vidas y eso es importante; sin embargo, su única petición es “un poco más de recursos (alambres, pegamento, barniz) para continuar haciéndolo, porque, sin dudas, ahorramos muchísimo al país”.

CHAVIANO

“Soy ingeniero electrónico, especialista en electromedicina desde el año 1995”, así responde cuando pregunto por las generales de Luis Chaviano Rodríguez, un destacado innovador y, además, secretario del núcleo del Partido en el Cicem de Cienfuegos.

Responde con serenidad, pero la pasión asoma, sabedor de cuán crucial resulta la labor que realiza.

Electromedicina es el sostén tecnológico a todo el sistema de Salud; desde el médico de la familia hasta los centros de más alta tecnología y especialización. Nos corresponde prepararnos muy bien, para poder conocer la interrelación equipo-pacientes para enrumbar el camino a la hora de hacer una inventiva o solución, las cuales jamás podrán dañar a los seres humanos”, asegura.

“No se nos ve, pues la cara más visible del sistema de Salud son los médicos, enfermeros, laboratoristas, farmacéuticos, pero detrás de cada uno de ellos están las tecnologías que utilizan y el servicio técnico de electromedicina, un grupo de personas muy sacrificadas, sin horarios, siempre dispuestos a responder al llamado.

“Cuando no tenemos piezas debido al bloqueo, a las dificultades que han existido siempre para Cuba a la hora de adquirir equipos y piezas, nuestros especialistas se las ingenian para solucionar e inventar y que se mantengan vitales”, manifiesta Chaviano, quien es claro al expresar que “lo que pedimos es que nos apoyen en lo que buscamos para nuestras alternativas, porque sabemos que detrás de los equipos está la vida de los pacientes, están los niños, mi propia familia”.

De la autoría de Chaviano y otros compañeros es una de las soluciones, consideradas relevantes a nivel nacional: la recuperación del módulo de gas (oxígeno y aire) para ventiladores pulmonares Maquet. “Gracias a manos amigas pudimos obtener las piezas para hacer las precisiones necesarias, pusimos a prueba los equipos y luego se les entregó en las manos a los médicos, con un control riguroso, y ya llevan meses funcionando (tres de ellos en la sala de terapia intensiva del Hospital Provincial Gustavo Aldereguía Lima)”.

Bien importante resulta el aporte y así lo hace notar: “cada módulo que recuperamos cuesta unos cinco mil 400 euros en el mercado mundial y nosotros gastamos para repararlos unos 200; cada equipo lleva dos módulos, uno de aire y otro de oxígeno”.

Unas catorce especialidades atienden el Centro de Ingeniería Clínica y Electromedicina de Cienfuegos y la red de electromédicos, quienes laboran en los hospitales, áreas de Salud y los municipios. Todos sortean los obstáculos del bloqueo y siguen adelante a sabiendas de que, detrás de cada equipo, está la vida de las personas.

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