Acercamiento a los contenidos de música cubana en los planes de estudio del técnico medio de la especialidad de Música

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En los últimos tiempos a nuestro país muy bien lo han denominado “isla de la música,” por el exquisito caudal de música cubana que exhibe tanto en el nivel profesional de sus músicos como en las composiciones que nacen de esta tierra. Ello parte, en lo fundamental, de una enseñanza de excelencia; cuyos conservatorios han ganado este mérito no sólo por su claustro –en la mayoría Premios Nacionales de la Enseñanza Artística- sino por los programas y planes de estudio que los respaldan. Sin embargo cuando nos detenemos a analizar el componente de música cubana que tiene el Plan de Estudios del Técnico Medio de la Especialidad de Música nos percatamos de algunas ausencias evidentes.

Dentro de la disciplina Formación profesional específica, sólo se le dedican 80 horas al Taller de música popular cubana, la segunda carga horaria más baja, después de Metodología y Contrapunto con 40 horas. Esto llama la atención si se tiene en cuenta que gran parte de los estudiantes de este nivel de enseñanza, luego de graduados se desempeñan tocando en agrupaciones de diverso formato de música popular cubana, lo cual hace que en sus posteriores trabajos se aprecien ausencias indiscutibles en sus interpretaciones. Es necesario aclarar que dentro de la nota explicativa que conforma el documento del Plan de Estudios se plantea que: El fondo de tiempo destinado podrá concentrarse o dilatarse, según las necesidades de las agrupaciones con un mínimo de 2 horas y un máximo de 3 horas, sin embargo no se considera suficiente.

Es importante tener en cuenta que dentro de las asignaturas optativas se pudieran intencionar otras que apoyen la preparación del instrumentista con respecto a la interpretación de la música cubana. Según el Plan de Estudios estarían en dependencia de las posibilidades reales de cada Conservatorio, ya que su objetivo estaría encaminado a ampliar conocimientos, y podrían impartirse en dos variantes: concentradas o dilatadas, a partir del segundo año de cada carrera. La evaluación, aunque en el Plan establece que sólo es cualitativa, y que no influye en el índice académico, debería instaurarse la cuantitativa para potenciar la gama de contenidos de música cubana que pudieran impartirse. Se plantea además que para este tipo de asignaturas optativas quedan establecidas 2 horas clases.

En cuanto a la Práctica Pre-profesional queda estipulado que el alumno en el tercer año, la hará como instrumentista, y en el cuarto en la docencia. Sin embargo desde tercer año se deben abrir los dos perfiles y hacer los dos años según guste cada estudiante. El objetivo sería fortalecer al que salga con perfil de instrumentista dos años consecutivos.

Llama la atención que en uno de los objetivos del Perfil del Egresado de la Especialidad de Música, se plantea la Sistematización del estudio de la música cubana como elemento esencial, sin embargo cae en refutación ya que el Plan de Estudios no muestra esta preponderancia.

En cuanto al Objeto de la profesión, se plantea que el egresado debe ser capaz de desarrollar niveles de competencia como Instrumentista -Profesor y Práctica de Conjunto-. En este sentido también existe una contradicción, ya que en la nota explicativa de la práctica de conjunto se expone que esta podrá realizarse en orquesta sinfónica, orquesta de cámara, coro y cualquier otro tipo de conjunto instrumental siempre que se cumplan los objetivos de la asignatura, pero tampoco se explicita ni se intenciona los tipos de formatos típicos de la música popular cubana.

Igual sucede en el acápite de las Tareas y Ocupación del Plan de Estudios del Instrumentista que se proyecta que el graduado puede ser integrante de agrupaciones musicales de todo tipo como orquesta sinfónica y de cámara, pero tampoco se promueven las agrupaciones de música popular cubana.

Con respecto a los conocimientos técnicos específicos, solo en uno de los puntos que se mencionan se habla en primer lugar de interpretar un repertorio representativo de la música universal y en segundo lugar del énfasis en la música cubana. En los demás puntos, aunque se evidencian elementos que apoyan la preparación del instrumentista, como el saber acompañar y leer a primera vista, improvisar y tocar el piano, permanecen ausencias evidentes para la música cubana como las de conocer los principios de la ejecución en conjuntos de cámara y orquesta, así como conocer el desarrollo histórico de la música universal; que laceran la posterior preparación del egresado con respecto a nuestro patrimonio más preciado.

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Alegna Jacomino Ruiz

Doctora en Ciencias Históricas

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