A los 130 años del paso de la columna invasora de Gómez y Maceo por La Flora, Amalia, El Mamey y Cabeza de Toro
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Después de derrotar en Mal Tiempo a las fuerzas colonialistas españolas, la columna invasora de Gómez y Maceo prosigue su marcha, -reforzada al final del combate con poco más de medio centenar de mambises del coronel Juan Bruno Zayaz-, por terrenos cercanos a Camarones, en gran parte cultivados de caña que se molían en el central Hormiguero, y pasan la línea del ferrocarril público, entre el Paradero de Camarones y el demolido ingenio Flora, sin volver a enfrentar las numerosas columnas españolas replegadas al poblado de Cruces y las acantonada en Cienfuegos y Camarones. La tropa insurrecta la encabezan los hombres del Lugarteniente Antonio Maceo, seguidos de la mayoría de los Invasores y finalmente las fuerzas del general Serafín Sánchez cubriendo la retaguardia.En su indetenible avance los insurrectos cubanos incendian los cañaverales de las colonias Angelita, La Luisa y Melones del central Hormiguero; cortan las comunicaciones telegráficas; dañan las vías férreas; requisan caballos; incautan víveres y obtienen diversos recursos en las fincas que encuentran a su paso. En Mangos de Flora, un lugar lindante con la finca Melones entre Ciego Montero, el Paradero de Camarones y el central Hormiguero, acampan al anochecer los independentistas de Gómez y Maceo.
Ninguno de los generales, coroneles y teniente coroneles españoles ubicados en los pueblos cercanos al cuartel transitorio de los máximos jefes del Ejercito Libertador se atreven a atacar a los victoriosos invasores cuyo accionar desbarato el esquema defensivo diseñado por el Capitán General Arsenio Martínez Campos quien apresuradamente traslado su cuartel general de Cienfuegos a la Habana. Tampoco conviene a los líderes independentistas atraer las fuerzas enemigas hacia su campamento. Por eso en la mañana del día 16 de diciembre de 1895, luego del oportuno descanso, las fuerzas insurrectas se desplazan en busca de un lugar menos expuestos a los ataques españoles y acampan en terrenos rodeados de montes y malezas del demolido ingenio La Amalia, no muy lejos de los guarnecidos centrales San Agustín, Caracas y del fortificado poblado de Santa Isabel de las Lajas, atravesado por el ramal ferroviario de Cruces a Sagua la Grande. En ese avance, la vanguardia insurrecta mandada por el coronel Basilio Guerra combate en zona de Ceiba Hueca a una Guerrilla de Lajas y le causa varios muertos y heridos.
En el campamento de La Amalia permanece el general Maximo Gómez el día 17 y planifica el próximo avance hacia la provincia de Matanzas. Varios jefes insurrectos de Las Villas y Matanzas intercambian con Gómez y Maceo. Estos deciden incorporar a su columna las huestes de Juan Bruno Zayas y le encomiendan la misión de marchar a la vanguardia. A José Lacret Morlot, un veterano coronel de la Guerra de los Diez Años, lo ascienden a General y nombran Jefe del Ejército Libertador en el territorio matancero. Por otra parte, ante la imposibilidad de contar con la Infantería Oriental del general Quintín Banderas, ordena a los tenientes coroneles y hermanos Juan Eligio y Vidal Ducasse formar una fuerza de infantería de 200 hombres tomando como base la Compañía de la Brigada de Cienfuegos.
La situación militar en Las Villas y la necesidad de asegurar el envío de refuerzos para apoyar el avance de la columna invasora determino la decisión de los líderes del Ejercito Libertador de nombrar Jefe Interino de la Primera División que operaba en Trinidad y Sancti Spiritus al general Quintín Banderas y de la Segunda División al general Ángel Guerra.
Al amanecer del 18 de diciembre emprende marcha la columna invasora por los llanos entre Lajas, Cartagena, Congojas y Turquino. Llegan alrededor de las 2:00 pm a El Mamey después de recorrer 4 leguas sin ser hostilizados por el enemigo, que trataba de cortarle la marcha avanzando por diferentes direcciones. A lo largo del trayecto la tea incendiaria insurrecta destruía las colonias cañeras de los guarnecidos centrales azucareros.
Con la salida del sol el 19 de diciembre los insurrectos de Gómez y Maceo levantan campamento y avanzan por parajes inhóspitos, eludiendo a los agresivos enemigos acuartelados en el central Lequitio y el poblado de Santiago.
Al mediodía irrumpen en Cabeza de Toro, un intrincado lugar, cercano al rio Hanabana, el límite natural con el territorio matancero. Poco después se une a las fuerzas invasoras alrededor de 400 insurrectos bajo el mando del coronel Francisco Pérez Garoz. Estas fuerzas integradas por matanceros y cienfuegueros de la zona cartagenera configuraban la Brigada de Colón, constituída tres meses atrás. Justo resulta significar como en días previos las filas de los invasores y demás grupos insurrectos se nutrían con nuevas incorporaciones.
Cuando la llegada de los Invasores de Gómez y Maceo a territorio matancero resultaba inminente, el alto mando español había movilizado numerosas tropas para impedirle el avance hacia Occidente. El propio 19 de diciembre el coronel español Hernández Velazco estaba ubicado en el central Lequitio, mientras en la noche la fuerte columna del general Agustín Luque arribaba al pueblo de Cartagena. Al otro dio la tropa de Hernández Velazco cumplimentaba la orden de ir hacia Voladoras “…un favorable lugar de cruce para entrar a la provincia de Matanzas. Por su parte, el general Luque se movía de Cartagena al central San Lino. A su vez el coronel Arizón recibía instrucciones de ubicarse en Lajas. Todos estos movimiento de las fuerzas españolas respondían al plan del Capitán General Martínez Campos de reforzar Colon y establecer en dicho punto su centro de las operaciones militares. En consecuencia, traslada por ferrocarril hacia este céntrico pueblo matancero desde Santa Clara la columna del general Navarro, así como, del poblado de Placetas la del general Aldecoa. Parejamente reforzaba la columna del coronel Luis Molina en Jagüey Grande y las guarniciones de Calimete, Aguada de Pasajeros y Yaguaramas De esa manera el Capitán General español trataban de concentrar gran cantidad de fueras militares en la zona limítrofe de Cienfuegos y Matanzas para acosar por diferentes lugares a los insurrectos de Gómez y Maceo.
Al amanecer del día 20 “se mueve el ejercito invasor…” con el objetivo de pisar el territorio sureste de la provincia de Matanzas. Pasada unas horas los patriotas bajo el mando de Gómez y Maceo enfrentan una columna española que intenta cerrarle el paso. Son derrotados en un intenso enfrentamiento donde resulta herido en una pierna el coronel independentista Pérez Garo y algunos de sus soldados. Sin detenerse los invasores llegan a las sabanas de La Colmena y poco después los españoles los vuelven a atacar. Los mambises repelen al enemigo prosiguen la marcha hasta llegar a El Desquite, cerca de Palmillas. Han recorrido 12 leguas durante esta jornada que los llevo a la provincia de Matanzas. Nuevamente los máximos jefes del Ejercito Libertador Cubano frustran los planes del gobierno colonial español de impedir la invasión.
*Historiador. Miembro Correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba.
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