Verano en Cienfuegos: alegría con cordura

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Es un hecho el verano en la región centro-sur del archipiélago cubano. Unas tres semanas han  transcurrido desde que el pasado 11 de julio iniciara el verano en todo el país. 

Verano por la vida ha sido la denominación actual, y tiene toda lógica y razón porque además de divertirnos y emplear el tiempo libre de la mejor manera posible, nuestras acciones están encaminadas a preservar la vida desde la disciplina individual y colectiva, la percepción de riesgo y el cumplimiento de todas las medidas higiénico-sanitarias previstas aún en la tercera fase de la etapa recuperativa a causa de la covid-19.

De tal suerte los cienfuegueros acceden por estos días a las instalaciones del Campismo Popular, del Turismo, la Cultura, el Deporte, el Comercio, la Gastronomía y los Servicios, además del transporte público tanto urbano, intermunicipal como interprovincial; en todos y cada uno de esos lugares se impone el uso del nasobuco, la desinfección de las manos y la observancia del distanciamiento físico, pues son los mejores antídotos contra la covid-19 y otras afecciones.

Es igualmente preciso no descuidar la mesura en la ingestión de bebidas alcohólicas, pues como en la vida misma, todo en exceso hace daño. Sobrios, somos capaces de reaccionar ante cualquier imprevisto, y que conste, que con este calor no viene mal “refrescar”, pero con medida.

No pocos accidentes del tránsito y algunos episodios por ahogamiento han tenido al alcohol como causa principal; entonces, siempre será mejor el disfrute pleno y de modo saludable.

Aun en medio de las estrecheces que significan la pandemia misma, sus consecuencias a nivel mundial y el reforzamiento del bloqueo de los Estados Unidos contra nuestro país, no pasa desapercibido el período vacacional en la geografía sureña, y las autoridades competentes han diseñado un plan de acciones que tiene en cuenta a todos los grupos etarios y todas las demarcaciones.

Por ejemplo, ahora mismo, comandada por la Asociación Hermano Saíz, tiene lugar la Cruzada Artístico-Literaria que va dejando alegrías y muchas enseñanzas por el lomerío cienfueguero. Todos los participantes, sin excepción, llevan consigo nasobucos salidos de varias manos, entre ellas, las de los jóvenes Reinel y Dianko, cuyas prendas ya andan por Cienfuegos y un poco más allá, en un gesto solidario y que llama la necesidad de portarlos por nuestro bien.

Otro tanto sucede hacia el interior de los municipios, consejos populares y barrios, donde buscan alternativas para el disfrute. Parques, piscinas, comercios, restaurantes, casas de cultura, clubes de computación son escenarios hoy de múltiples actividades en las cuales debe reinar la alegría, desde la premisa de la recreación sana, y no la sombra de la indisciplina y el desorden.

Es comprensible que luego de varios meses de necesario aislamiento estemos deseosos de pasear, intercambiar con familiares y amigos, pero todo ello debe hacerse bajo estrictas medidas de seguridad e higiénico-sanitarias y mucha disciplina.

No es el fin de este comentario infundir temor, todo lo contrario; su camino va hacia la prevención, la percepción del riesgo, porque aún el nuevo coronavirus circula en el país y ha quedado demostrado que el mínimo desliz puede revertir todo lo concretado con el esfuerzo colectivo.

En fin que “Por la vida”, es este verano 2020, que a no dudarlo, está ya en nuestro acervo como una etapa diferente, pero no exenta de opciones para el disfrute pleno. ¡Qué así sea!

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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