Desde el barrio vecinos cultivan su pedacito en Cienfuegos

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“A los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) se nos pidió incorporarnos a la producción de alimentos en el movimiento ‘Cultiva tu Pedacito’, en momentos en que el país tanto lo necesita.

“Se ha demostrado el potencial de esa experiencia recogiendo productos en barrios, jardines de edificios, parcelas, pequeños patios y lugares que eran basureros hasta no hace mucho”.

Esta declaración corresponde al coordinador nacional de los CDR, Gerardo Hernández Nordelo, con quien dialogué sobre la producción de alimentos, tema central en la economía cubana, durante una de sus visitas a nuestra  provincia.

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Quiero mostrar desde el reparto residencial cienfueguero de Playa Alegre, en el Consejo Popular Punta Gorda, cómo los cederistas y las federadas aportan para la familia y en solidaridad con otros vecinos.

“Sembrar aquí para la casa, la familia, es muy importante para mí y para el barrio. A los vecinos les doy un poco de lechugas, de ajíes y de otras de las producciones”.

Mientras habla Omar González, miro su patio sembrado de lechuga, ají cachucha, rábano, cebollino, tomate y café, junto con matas de plátanos, aguacate, mangos, coco, y hasta un pocito de donde se saca el agua para el regadío.

Interrumpen la conversación los ladridos de tres perros que cuidan el área para evitar la entrada de intrusos. A mí no me conocen y los veo muy inquietos. Nadie ha logrado robarle a Omar, ¡ni un  tomate! de las siembras.

Omar tiene una recomendación:

“A todo el que tenga un pedacito de tierra, que siembre, que eso es bueno. Porque a la calle sales a buscar productos que muchas veces no encuentras, y no es lo mismo que los tengas aquí. ¡Mira con un pedacito cuántas cositas se han sembrado! Debemos aprovechar la tierra; la tierra es buena!” expresa el cederista cienfueguero perteneciente al CDR No. 2 de la Zona 30.

A menos de una cuadra de distancia llama la atención el patio de Pedro Castell, quien convirtió el jardín de plantas ornamentales en un gran huerto de hortalizas, incluyendo berenjena, apio, zanahoria, quimbombó, yuca, calabaza, plátanos, aguacate, guayaba y limones en unos cien metros cuadrados, a todo lo cual agregó más de una decena de  gallinas, con su gallo.

“Todo el que tenga un pedacito que lo cultive, dice, como yo, que me entretengo mucho sembrando viandas y lo que pueda. Estuve mucho tiempo comiendo yuca de la que sembré aquí.

“Ahora la familia lleva mes y pico comiendo tomates. No hay que comprarlo, lo producimos nosotros y sin emplear abono, fertilizantes ni líquido alguno”.

¿Qué decir del cercano platanal y las matas de coco frente a la vivienda del vecino Alberto Herrera? Abarca unos doscientos metros cuadrados, donde antes había un basurero, peroademás, en el jardín de su casa muestra un canterito con hortalizas.

En fin, se potencia la producción en pequeñas áreas con amplio sentido del autoabastecimiento alimentario para el beneficio de la familia y la contribución a la economía.

Ante los desafíos de la COVID-19 los vecinos plantan alimentos aprovechando todos los espacios.

Desde el barrio. ¡Cultiva tu pedacito!

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