Cuba: niños con derechos

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Es la Convención de los Derechos del Niño más que un documento, una guía a seguir cuando del tratamiento a menores se refiere, sobre todo en la salvaguarda de la integridad como seres humanos.

Dicha Convención entró en vigor el 20 de septiembre de 1991 en Cuba, cuando —en la Gaceta Oficial— fue publicado de manera íntegra su texto, acompañado de una declaración. Quedaban así respaldados en un cuerpo legal los derechos de la niñez y la adolescencia.

A día de hoy existe un camino recorrido con acciones concretas a lo largo y ancho del país: educación, salud, responsabilidad de los padres y/o tutores para con los infantes y adolescentes están sustentados en disímiles instrumentos legales y también en sistemas bien estructurados y definidos.

Para no remontarnos muy atrás, centremos la mirada en el azote del nuevo coronavirus en todo el mundo. También en Cuba, desde marzo último hasta la actualidad, son visibles las huellas de la pandemia de Covid-19; sin embargo, ningún menor de los contagiados con la enfermedad ha fallecido.

En ese resultado está el registro de un sistema de salud concebido para salvar vidas sin mirar a quién sea ni cuánto haya que gastar en ello. De hecho, en la Isla se decidió suspender las actividades docentes para evitar la propagación de la enfermedad. Ya se han retomado las clases en la mayoría de las provincias y no se ha reportado ningún contagio en las escuelas.

Para seguir en el sector de la salud y dado que justamente la salud es un derecho consagrado en la Convención, nuestro archipiélago cuenta con un esquema de vacunación que protege a la población —sobre todo la infantil— de diferentes enfermedades que cobran miles de vidas cada año en diversas partes del mundo.

Y en materia de educación, son obligatorios los estudios y se garantiza su continuidad prácticamente hasta el nivel superior.

A la vida, al descanso, al esparcimiento, a la creatividad y a la recreación constituyen derechos elementales y comunes a todos los niños como lo son también a la salud, la educación, a la protección durante los conflictos armados, a un nombre, una nacionalidad y a una familia.

El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño. Fue puesta en vigor en Septiembre de 1990 y contiene 54 artículos repartidos en cuatro grupos de derechos fundamentales: protección, seguridad, participación y desarrollo por los cuales el Estado debe velar y en el caso de Cuba se hace con creces.

No hay dudas, los cubanos son niños y adolescentes con derechos garantizados y en razón de ello habrá que continuar laborando en las instituciones estatales y en cada familia, resguardo principal de los menores.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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