Bloqueo vs Cuba: el genocidio no puede quedar impune
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Nuevamente se presentará en este noviembre, los días 2 y 3,ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas elInforme de Cuba en virtud de la resolución 75/289 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
¿Por qué insistir? Puede ser la interrogante de no pocos y la respuesta la encontramos, precisamente en el contenido del citado documento, el cual alude a las afectaciones de la genocida política en el período comprendidoentre enero y julio de 2021, que marca el inicio del gobierno del presidente Joseph Biden en los Estados Unidos, una etapa que como bien se conoce ha estado marcada por la pandemia de Covid-19, en cuyo contexto el bloqueo económico comercial y financiero contra Cuba se ha recrudecido de modo oportunista y a niveles sin precedentes.
Como eje central de la política de los Estados Unidos hacia la Isla, el bloqueo sigue siendo el principal freno para el desarrollo de Cuba; toda vez que “obstaculiza la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 (PNDES) y todos los esfuerzos del Estado cubano para cumplir con los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, según refiere el informe, el cual da cuenta de que tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de
un billón 326 mil 432 millones de dólares.
“Solo en los primeros siete meses de 2021, el bloqueo ocasionó pérdidas a Cuba en el orden de los 2 mil 557,5 millones de dólares. Esto representa una afectación promedio de más de 365 millones de dólares mensuales y más de 12 millones de dólares diarios”, expone el documento.
Visto así, podrían parecer solo cifras desmesuradas; pero en el día a día, durante seis décadas,en la piel de las familias cubanas, en la economía y otras esferas son palpables las nefastas huellas de bloqueo. Tal estado de cosas no puede quedar en el silencio; por esa razón se insististe en la denuncia ante la ONU.
Es preciso el informe al afirmar: “No hay un solo sector de la vida social y económica de Cuba que escape a estos efectos. Varias generaciones de cubanos y cubanas han nacido y vivido bajo el asedio de esta criminal política, que violenta los derechos de la población y afecta el bienestar y el paradigma de desarrollo al que aspira todo cubano.
“Entender la esencia del bloqueo pasa inevitablemente por comprender la intención de esa política: asfixiar la economía cubana y rendir al pueblo por hambre y necesidades. Cada medida de este entramado de medidas coercitivas unilaterales persigue deliberadamente ese fin. Es un acto de guerra económica en tiempos de paz”. Por eso es preciso no guardar silencio y ser firmes en nuestra denuncia ante el mundo que, cada año, nos respalda en mayoría.
Añado a los datos ya expuestos, los informados por el miembro del Buró Político y Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, durante la presentación a la prensa nacional y extranjera, de la actualización del informe: “Entre agosto de 2021 y febrero de 2022, las pérdidas ocasionadas por el bloqueo están en el orden de los 3 806 millones de dólares. Es un monto récord histórico para un período reducido como el de estos siete meses. El Producto Interno Bruto de Cuba, según datos muy conservadores, pudo haber crecido, pese a las circunstancias adversas que enfrenta la economía cubana, en 4.5% en ese período, de no haberse aplicado esas medidas”.
Harto elocuente para sustentar que, a no dudarlo, “Cuba tiene derecho a vivir sin bloqueo, tiene derecho a vivir en paz. Cuba estaría mejor sin bloqueo. Todos estarían mejor sin bloqueo. Estados Unidos sería un mejor país sin bloqueo a Cuba. El mundo sería mejor sin el bloqueo a Cuba”.
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