Un «respiro» vital para la zona oriental de Cuba

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La inversión, que se ejecuta en Granma, brindará mayor seguridad a la producción nacional de oxígeno, y reducirá gastos en los que hoy incurre Cuba para llevar este recurso a todas sus provincias

Aunque hace ya algún tiempo que Daniel habla de la COVID-19 solo como el mal recuerdo que lo colocó al borde de la muerte, nunca olvidará «aquellas bocanadas de oxígeno medicinal», que le devolvieron la calma y la vida.

Precisamente por eso fue tan doloroso para el país que durante la etapa más compleja del rebrote de la enfermedad, este producto –catalogado en 2021 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un «medicamento esencial» para el enfrentamiento a la pandemia– pusiera en tensión al sistema cubano de Salud Pública.

El detonante, entonces, fue la avería que paralizó alrededor de cien días la planta de gases industriales de la empresa mixta OxiCuba S.A., enclavada en La Habana, y encargada de procesar diariamente unos 70 000 metros cúbicos de oxígeno líquido (lo que representa alrededor del 95 % de la producción nacional, mientras que el restante 5 % está a cargo de una planta ubicada en la provincia de Santiago de Cuba).

Ese inesperado «bache» en la obtención del oxígeno medicinal evidenció la necesidad que tenía la Isla de robustecer una estructura que no estaba concebida para enfrentar una emergencia sanitaria (como la impuesta por el virus del SARS-COV-2), en la que, según los informes ofrecidos por la OMS, uno de cada cinco pacientes podría necesitar el gas vital y, en casos graves, aumentar esa proporción a tres de cada cinco.

Ante dicha realidad, que a nivel global también generó una severa crisis por la insuficiente disponibilidad de oxígeno medicinal, el Gobierno cubano –a pesar de enfrentar un recrudecido bloqueo y no pocas limitaciones financieras– decidió invertir en la ampliación de capacidades productivas para garantizar la cobertura nacional de ese recurso.

Para ello, inició este año en la oriental provincia de Granma, la construcción de una planta destinada a la zona oriental, cuya capacidad instalada de 30 toneladas diarias de oxígeno líquido la convertirá en la segunda de su tipo más grande del país.

A PIE DE OBRA

Enclavada a la salida de la ciudad de Bayamo (cabecera provincial de Granma), en el kilómetro 5 1/2 de la Carretera Central, vía a Santiago de Cuba, la obra civil de la planta de oxígeno para la zona oriental de Cuba arrancó desde el pasado mes de mayo, luego de la realización de los trabajos preliminares de desbroce de la vegetación y movimiento de tierra.

Justo en el terreno donde se erige la novedosa entidad, el ingeniero Arián Columbié Silva, especialista en inversiones de la obra, apunta que en estos momentos se trabaja en la cimentación de estructuras civiles como las oficinas administrativas, los cuartos eléctricos, el panel de control, y parte de los viales, además de las bases en las que se emplazarán el tanque de oxígeno y la columna de fraccionamiento (sistema de enfriamiento de la planta).

«La transportación de esos dos últimos equipamientos desde el puerto de Santiago de Cuba hasta Granma, ha sido una de las tareas más complejas que hemos enfrentado», señala el también ingeniero Alberto José Soto Agüero, contratado por OxiCuba para administrar la obra.

Según recuerda el experto, ese traslado requirió una semana, pues el tanque de oxígeno tiene un peso de 60 toneladas y alrededor de 28 metros de largo, lo que dificultaba la travesía por los puentes existentes entre las dos provincias.

«En algunos de esos puentes hubo que bajar el tanque del medio de transporte y montarlo sobre patines para poder pasarlo. Fue bien difícil, pero se logró cumplir la misión con mucha responsabilidad», subraya Soto Agüero.

Todas esas labores, precisa el inversionista de la obra, marchan en correspondencia con el cronograma inicial de ejecución –el cual promedia una duración de unos 18 a 24 meses– aunque según reconoce el propio experto, existen obstáculos que «los golpean».

Menciona, por ejemplo, el déficit de combustible, la fluctuación en el suministro de acero, cemento y algunos áridos, además de las afectaciones por los cortes en el fluido eléctrico, derivados de la situación energética que enfrenta el país.

No obstante esos contratiempos, Columbié Silva afirma que gracias al apoyo del Gobierno provincial y de otros organismos, han podido lograr que no se detenga el avance de la inversión.

BENEFICIOS DE LA PLANTA GRANMENSE

Fruto de una sociedad mixta con participación de un socio extranjero, la planta granmense, aunque está diseñada para dar cobertura a todo el oriente cubano, permitirá brindarle una mayor seguridad al resto de la producción nacional.

En tal sentido, directivos de OxiCuba afirman que su futura puesta en marcha permitirá a su homóloga habanera ejecutar paradas y mantenimientos sin afectar el suministro.

De igual modo, el ingeniero Carlos Iglesias Fernández, inversionista por OxiCuba, agrega que esta inversión –con un costo que asciende a unos 235 millones de pesos– viene a respaldar un proceso productivo que reducirá gastos (en transporte, combustible, neumáticos, salarios y otros) en los que hoy incurre Cuba para llevar este recurso a todas sus provincias, con distancias, en algunos territorios, que superan los 800 y los 900 kilómetros.

«OXIGENAR» TAMBIÉN OTRAS DEMANDAS

La planta de oxígeno para la zona oriental de Cuba también asumirá la producción de nitrógeno y argón, aunque en menores cantidades.

A juicio de Roberto Flores Leyva, director de Gases Bayamo, perteneciente a la unidad empresarial de base de Santiago de Cuba, disponer de estos dos recursos en el territorio abrirá nuevos encadenamientos productivos con varias entidades granmenses, e incluso de otras provincias, a partir de la demanda insatisfecha que existe de ambos.

En el caso del nitrógeno especifica que se utiliza en la conservación del semen destinado a la inseminación artificial de los animales, y en los procesos de fabricación de la cerveza (con el objetivo de que esta mantenga su pureza y calidad) y del refresco a granel.

En tanto, Joel Alberto Cedeño Cervantes, inversionista de la unidad, explica que el argón se utiliza para soldar y que, actualmente, solo existe un punto de venta en La Habana.

«Cuando dispongamos del argón producido aquí, el comercio de la zona oriental correrá por nuestra cuenta, lo cual es muy significativo, por la utilidad y los ingresos que aportará», avizora.

Ante tantas expectativas, de una y otra partes, la planta granmense de oxígeno líquido demandará, también, en el camino, que los esfuerzos de todos los involucrados se unan para ejecutar y terminar en el tiempo previsto esa inversión que, sin duda, dará un «respiro vital».

EN CIFRAS
  • A nivel global, solo tres fabricantes concentran el 69 % del mercado de gas industrial (el cual incluye el oxígeno médico).
  • PATH, una organización mundial sin fines de lucro que ayuda a varios gobiernos a responder a la pandemia, reveló que el oxígeno médico representa solo entre el 5 % y el 10 % de la producción mundial de oxígeno. El resto se utiliza en diversas industrias, como la minera, la química y la farmacéutica.
  • Durante la etapa más crítica de la pandemia, un cilindro de oxígeno llegó a costar entre 330 y 2 500 dólares, en dependencia del continente y la situación del país.
  • Según datos de la OMS, en 2021 cada día más de medio millón de personas en el mundo necesitaba oxígeno medicinal.
  • Se estima que alrededor de 14,9 millones de muertes entre 2020 y 2022 pueden asociarse a la pandemia, y de ellas no se ha podido calcular las relacionadas con la falta de oxígeno.

Granma

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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