Madres cubanas
A ellas, tengan la edad que tengan, trabajen o disfruten ya su merecida jubilación, tocará también animar, como nadie, a los otros; sacudirse su cansancio emocional ante un entorno que al más ecuánime perturba; recomendar; insistir en las precauciones; hallar, de entre los posibles, los más dulces argumentos para que el hijo, que en la adversidad a su pecho acude, reciba de ella la más cálida respuesta.
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