PSG y Mbappé en una jornada de sentimientos encontrados
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Recibir el trofeo de campeón de la Ligue1 y despedir a su estrella de siete campañas Kylian Mbappé en una misma noche resulta poco estimulante, escenario que vivirán hoy el París Saint Germain (PSG) y sus seguidores. Sentimientos encontrados podría ser una frase para definir lo que ocurrirá en el Parque de los Príncipes con sus siempre insuficientes 48 mil butacas, en la jornada 33 del fútbol francés, la penúltima, en la cual los rojiazules jugarán contra el Toulouse.
Esta confirmado que la Liga de Fútbol Profesional entregará al club parisino la copa que lo acredita como monarca en suelo galo por duodécima ocasión y tercera consecutiva, pero todo indica que no habrá un homenaje particular a Kiki en su última batalla en casa.
Según fuentes citadas por la cadena RMC Sport, el atacante de 25 años no tendría el merecido agasajo porque el anuncio de su adiós se produjo el viernes en la noche, apenas 48 horas antes del partido dominical.
El Homenaje oficial parece que no, pero la despedida de la fanaticada y de su entusiasta Colectivo Ultra sí, y para que así sea es de imaginar que el entrenador Luis Enrique colocará a Mbappé en el once inicial.
La víspera, en la rueda de prensa previa al PSG-Toulouse, el técnico otorgó «10 de 10» al ídolo de Bondy, como futbolista y como persona. Matices claro que los hay, dos que suenan con más fuerza, primero la enfriada relación del delantero con el presidente del club Nasser Al-Khelaifi, quien lógicamente hubiese preferido que el estelar jugador renovara, y segundo el ambiente de tristeza por la eliminación en las semifinales de la Champions por un Borussia Dortmund con menos nómina, al que casi todo el mundo daba la etiqueta de perdedor en el cruce.
En su video-mensaje para comunicar la decisión de terminar el 30 de junio el contrato, Mbappé consideró duro tener que anunciar la salida de Francia y la Ligue1, la única en la que ha competido como profesional, no mencionó a Al-Khelaifi en los agradecimientos y se disculpó por las veces que su actuación en el terreno quedó por debajo de las expectativas.
Puede interpretarse su autocrítica como un lamento por el fracaso del PSG en las aspiraciones de ganar por primera vez en sus más de 50 años de historia el titulo de la Liga de Campeones.
Con el protagonismo de Kiki, los rojiazules jugaron una final y dos semifinales en las ultimas cinco temporadas, pero la copa «Orejona» les fue esquiva.
Todavía le queda a la superestrella la oportunidad de despedirse con el trofeo de la Copa de Francia, por la que chocarán el 25 de mayo los capitalinos y el Olympique de Lyon, una suerte de premio de consolación después de la reciente decepción de la Champions.
En lo individual, Mbappé dejará el club como el más grande futbolista de su historia, con 255 goles -líder del equipo- en 306 partidos en siete campañas y la hazaña de encabezar a los artilleros en la Ligue1 en seis temporadas en fila, incluyendo la actual.
Esta noche en París habrá lágrimas, de las que corren por las mejillas o de las que lo hacen por dentro, con o sin ceremonia oficial de adiós, esta noche cuando el casi seguro fichaje del Real Madrid salga del Parque de los Príncipes la Ciudad de la Luz no lo será tanto.
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