Premio en XVII Salón Nacional de Miniatura

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Que los creadores sureños obtengan lauros en justas nacionales e internacionales hoy mismo no resulta una extrañeza. Los poseemos con la inspiración y el talento para conmover a los más variados públicos y jurados. Empero, que los premiados sean infantes en igualdad de condiciones que los adultos, del género femenino y carezcan de formación académica (aludo a cursar una escuela, con un programa intencionado para su habilitación integral) no es usual en la tradición cienfueguera.

Alejandra Rodríguez Feria (Cienfuegos, 29 de mayo de 2009), quien dentro de poco consumará sus quince años de edad, aspira desde la infancia el soplo de la exaltación artística, gracias a su padre Vladimir Rodríguez Sánchez, uno de nuestros escultores capitales, ganador del Salón Nacional de Premiados de 2001, y su madre, Aniyuliet Feria García, creciente artesana que destaca por la frescura y pulcritud de sus piezas, en la actualidad líder de un proyecto sociocultural. La pequeña, con especiales condiciones para las obras tridimensionales, apasionada de los origamis o la papiroflexia, decidió presentarse en el XVII Salón Nacional de Miniatura Martí en la Ecología y las Artes de Sancti Spíritus, con cuatro piezas escultóricas, siendo parte de una comitiva perlasureña que sumaba 10 cienfuegueros insignes en concurso.

El 19 de enero de 2024 el jurado de este evento, presidido por José A. Naranjo, luego de analizar las 200 obras presentadas, decidió otorgarle a su conjunto de piezas el Premio de Escultura: Rosa, canario y paloma y Cultivo una rosa blanca, cuyas anchuras no sobrepasaban las siguientes medidas: 1cm x 0,3 x 0,3mm, ni son menores que 0,7 cm x 0,9 x 0,9 mm. La artista en ciernes expuso, en primera instancia, una instalación con la técnica del origami, en la que se recrean tres figuras emblemáticas (plegadas con cierta complejidad) del quehacer literario del autor de Ismaelillo y Los zapaticos de rosa, y la segunda resulta una pieza concebida en foami moldeable inspirada en los Versos sencillos. Las obras manifiestan no sólo su habilidad técnica, sino también una especial sensibilidad para fabular con los referentes literarios, conseguirlos niveles de síntesis o minimalismos, la economía del color y la sobriedad estructural sobreentendida.

Alejandra en estos momentos asiste a los talleres del artista y pedagogo Edgar González Era y se prepara con la voluntad de cursar estudios en la Academia de Artes Plásticas de Cienfuegos (Escuela de las Artes Benny Moré). Su sueño es, claramente, convertirse en creadora visual, como sus padres. Por lo pronto, reciba nuestras felicitaciones y la invitación para la inmediata muestra colectiva de mujeres creadoras a suceder en el mes de marzo de 2024, parte de un proyecto de exposiciones patrocinadas por el Consejo de las Artes Plásticas, la UNEAC, el Museo Provincial de Historia, la Dirección Municipal de Cultura y el Teatro Tomás Terry.

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