Novak Djokovic, el más grande

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Damas y caballeros, él es Novak Djokovic, viene de Serbia y es el rey del tenis. Emperador. ¡Dios! Durante siglos se hablará de cómo un serbio ganó 24 trofeos de Grand Slam, y nadie ha conseguido jamás hacerlo. Por el orgullo de la nación, por el corazón de nuestra patria, porque no dormimos, porque confiamos en él. Y porque es perfecto. Novak Djokovic derrotó a Daniil Medvédev después de tres sets (6-3, 7-6, 6-3) y así ganó su cuarto título en el US Open, así como su 24º trofeo de Grand Slam.

Felicitaciones a usted, maestro. Tenemos que aplaudirlo cada vez que se menciona su nombre. Djokovic demostró por qué es el más fuerte. Lo que lo convierte en el mejor. Y no hay igual. Ni siquiera en la historia. Porque él es historia. Es un hombre que cruzó la línea. No. Él establece los límites. Y están en los cielos.

Djokovic entró muy bien en el partido. Tuvo un buen saque al principio y luego hizo lo que quiso en cada partido. Descanso temprano. Esto siempre lleva a la locura del oponente, por lo que Medvedev perdió completamente el ritmo.

El tenista ruso no tuvo ni una sola oportunidad de break en el primer set, mientras que Djokovic atacó siempre que tuvo oportunidad. El control de cada punto estaba del lado del mejor de todos los tiempos, por lo que a Medvedev le quedaba muy poco.

Tuvo la opción de felicitarse a sí mismo en el primer set, pero aún así logró salvar dos puntos de set. Sin embargo, al final sucumbió, por lo que el tercero fue de suerte para Novak Đoković, que después de 40 minutos estaba 1-0 en sets.

Qué set tan duro. Quizás el más difícil del US Open de este año. Para todos estaba claro que era el segundo set el que podía decidir el ganador, pero fue increíblemente interesante. Hasta el octavo juego, Novak era el que tenia dudas.

Terminó tres juegos de servicios, luego tuvo una oportunidad de quiebre que no aprovechó, pero luego sucedió una situación que hemos visto a menudo en los partidos de Novak. Djokovic resbaló, se le cayó la raqueta y tropezó, lo que inquietó al tenista serbio. Estaba claro que Medvedev atacaría entonces, ‘sintió la sangre’, y el serbio era vulnerable.

Tuvo que luchar también con sus pulmones, respiraba con dificultad, pero logró salvar el primer punto de quiebre. Y luego, drama. Se esperaba que ambos tenistas estuvieran seguros en sus servicios, pero algo le pasó a Djokovic. Si fue una falta de concentración, si estaba agotado por cada punto en el que entró con un 101 por ciento de fuerza o si ‘algo más’ marcó su destino, nunca lo sabremos. Sin embargo, el tie-break tuvo que volver a mostrar todo su encanto.

Y ahí está Novak, ¡papá! Aunque apenas podía mantenerse en pie, Djokovic logró reaccionar de la manera correcta en el momento adecuado y derribar al ruso y su oportunidad de remontar.

Novak fue un maestro en su oficio en el tercer set. Lo que mejor sabe hacer es convertir lo simple en complicado. Rotura tras rotura, pero la fuerza mental de este hombre es algo que nadie puede superar.

Sólo la cabeza tuvo que funcionar y luego ganó el tercer set, la victoria y el trofeo número 24 de Grand Slam. Una velada mágica para Novak Djokovic y Serbia. (Con información de Sportal)

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