Los Juegos de Guadalupe 2022 son una victoria para todos
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El mapa deportivo de América cerrará otra brecha, otro capítulo pendiente, y ofrecerá a sus atletas –sobre todo a los más jóvenes- nuevas oportunidades competitivas y de desarrollo
CUANDO este miércoles se inauguren acá los I Juegos del Caribe de Guadalupe 2022 estará cristalizando un viejo proyecto regional de evidentes implicaciones políticas y sociales.
Está claro que el mapa deportivo de América cerrará otra brecha, otro capítulo pendiente, y ofrecerá a sus atletas –sobre todo a los más jóvenes- nuevas oportunidades competitivas y de desarrollo.
A los consolidados juegos panamericanos, centrocaribeños, sudamericanos, bolivarianos y centroamericanos se sumarán los del Caribe, una fiesta para las 30 naciones que conforman la Asociación Caribeña de Comités Olímpicos Nacionales (Canoc).
No se prevé, al menos de inicio, un calendario demasiado amplio, tomando en cuenta el desarrollo general de los países de la región, su fuerza deportiva y la capacidad infraestructural.
Pero lo que sí se prevé y espera es que la cita permita estrechar lazos de amistad y cooperación entre los sistemas deportivos de naciones donde existen reales potencialidades en varias disciplinas.
Se ha pensado como un escalón preparatorio para otras lides y no se descarta que en el futuro ofrezca clasificaciones, puntos para ranking y otros incentivos.
Los orígenes del evento se remontan a finales del pasado siglo y a la impronta de la Comunidad del Caribe (Caricom). Hacia 1999 apareció por primera vez el concepto, propuesto por el gobierno de Trinidad y Tobago y tendiente a imaginar un espacio de competencia para las pequeñas islas de la cuenca.
Como muchas iniciativas en la vida, aquella fue rechazada de inicio por las complejidades operativas que suponía, mas renacería con fuerza a partir de 2003 con la fundación de la Canoc.
De hecho, la aparición de la entidad regional le dio una mirada más amplia al proyecto, pues si en principio la justa agruparía solo a las islas de habla inglesa, desde ese momento creció para incorporar a las francesas y neerlandesas, así como a República Dominicana, Puerto Rico, Haití y Cuba.
En 2009 Trinidad y Tobago debió acoger la primera edición de la cita, pero dificultades financieras de un lado y el impacto del virus H1N1 por otro forzaron su posposición y luego la suspensión definitiva.
Sin embargo, la ilusión jamás desapareció y el proyecto volvió a la mesa en 2016 durante la XIV Reunión General de la Canoc, celebrada precisamente acá.
Finalmente, en enero de 2020 hubo acuerdo para conceder a Guadalupe la sede de la fiesta fundacional en junio de 2021, pero el mundo comenzaba a sentir los impactos de la pandemia de la Covid-19 y todos los planes cambiarían de plano.
La posposición de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 del verano de ese año al siguiente, aconsejaron a Canoc mover la cita hacia 2022. Ahora, estamos a pocas horas del pistoletazo de arrancada y resulta evidente la satisfacción de las naciones asistentes y de las organizaciones regentes del deporte en América.
Sépase que tanto Panam Sports como Centro Caribe Sports han situado acá a decenas de oficiales y funcionarios para apoyar el desarrollo de la lid y su difusión, lo que significa un claro espaldarazo al desarrollo regional.
Cuba, por supuesto, viene a ser el gigante de los Juegos, no solo por tratarse de la Mayor de las Antillas, sino por su demostrado historial de resultados a todos los niveles y por su pujanza en la formación de profesionales del sector atlético.
El titular del Comité Olímpico Cubano (COC), Roberto León Richards, ha manifestado en reiteradas ocasiones el alto significado de esta lid y el irrestricto apoyo de Cuba incluso en las complejas circunstancias económicas que vive la Isla.
La delegación que desfilará tras la Bandera de la Estrella Solitaria ha traído 58 atletas de muchísimo talento para competir en 60 de las 67 pruebas convocadas, lo que demuestra interés y seriedad.
Las autoridades del Inder y el COC insisten en que el objetivo estratégico es evaluar su reserva deportiva y ofrecer oportunidades competitivas a jóvenes menores de 23 años, alejados de todo chovinismo sobre triunfar en una lid cuya sola realización es una victoria para todos.
Tomado de JIT
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