Liga Élite de Béisbol: ¿Comienza la pasión?

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Este sábado 8 de octubre dará inicio la llevada y traída Liga Élite del Béisbol Cubano, nuevo experimento de la Comisión Nacional de la disciplina, que lógicamente persigue revivir la pasión de un deporte que a lo largo de la historia ha significado mucho más que eso para los habitantes del verde caimán antillano.

Pero, en honor a la verdad, la ya inminente justa despierta incertidumbre y más de una interrogante.

Durante años los amantes de las bolas y los strikes en Cuba hemos pedido a gritos un evento que supere en calidad a la Serie Nacional, y muchas han sido las fórmulas sugeridas por especialistas y aficionados.

Por décadas disfrutamos de las Series Selectivas, que demostraron calidad a raudales y calaron profundo en la fanaticada, pues la constitución de los equipos y sus nombres, apegados a zonas geográficas y provincias de la anterior división político-administrativa, consiguieron verdaderamente que los cubanos de esta región simpatizaran con aquel Las Villas donde militaban el espirituano Lourdes Gourriel, el cienfueguero Pedro José Rodríguez y el villaclareño Víctor Mesa, por solo citar un ejemplo.

Luego fueron desfilando otros eventos que intentaron emular con este, pero ni Súper Selectivas, Copa Revolución o Súper Liga lograron el objetivo de llenar estadios y elevar la competitividad.

Precisamente esa es la primera meta de la actual Liga Élite, reto que por demás se presenta complicado.

Aunque se llevó a una especie de consulta popular, para nada los nombres decididos para cada uno de los planteles son del agrado de los seguidores de la pelota en el país, y son muchos los que desde ahora no se sienten identificados con Tabacaleros, Portuarios, Centrales, Ganaderos, Agricultores y Cafetaleros.

Por si fuera poco, según el calendario anunciado, plazas insignes del béisbol cubano no fungirán como sedes principales de sus selecciones, y parece difícil poder hablar de enormes concurrencias de público, cuando el Latinoamericano, el Augusto César Sandino y el Guillermón Moncada acogerán apenas nueve desafíos el primero y ocho los otros dos, de los 25 partidos que cada equipo jugará como home club (50 en total).

Quedará entonces en manos de los jugadores y su desempeño sobre la grama encender la ansiada llama. Y aquí, aunque nos duela, hay que reconocer que ya no estamos en las décadas de los ’70, ’80 o ’90, cuando existía potencial para confeccionar una decena de planteles cubanos capaces todos de lograr excelentes faenas en eventos de primer nivel.

Diversas han sido las causas, entre ellas la innegable emigración por vías formales o no. Incluso varios de los atletas que fueron anunciados en las diferentes nóminas ya hoy no se encuentran en Cuba.

A ello agregar que los contratados en Japón pudieran tener alguna participación en el certamen, y no todos ellos; que no se ha resulto la disyuntiva de un salario diferenciado respecto a la Serie Nacional; y que otra vez los desafíos serán en horario vespertino.

Estamos hablando del último campeonato en Cuba previo al Clásico Mundial de la disciplina, por lo que, reitero, el reto es mucho mayor.

En materia de pronósticos, a todas luces la selección de Centrales (donde militan siete cienfuegueros) parte, desde el papel, como el conjunto a derrotar, pues Armando Ferrer cuenta con poderío en todos los aspectos de juego, además de lucir una banca de lujo.

Este sábado inician las hostilidades con el partido inaugural entre Agricultores y Tabacaleros en el parque Mártires de Barbados de Bayamo, cuartel general de los Alazanes de Granma, actuales monarcas de la Serie Nacional, mientras que el día 11 el resto de los planteles se incorporan al ruedo.

¿Comienza la pasión? Esperemos que sí.

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