Las plantas eléctricas ayudan, sí; pero también pueden matar

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Con la llegada de los apagones por las razones que todos conocemos, también tocaron tierra en Cuba las plantas de generación eléctrica portátiles. Muchas de ellas, hoy se ven por doquier, adquiridas principalmente en el extranjero a través de familiares, y ello supuso un respiro no solo en los hogares, sino también para el mantenimiento de los negocios particulares en toda la Isla.

A priori, tener uno de estos aparatos reporta beneficios cuando estamos a oscuras. De acuerdo. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro: usar estos equipos —más aún cuando hay viviendas tan cercanas unas de otras— puede ser perjudicial a corto y largo plazo. Cienfuegos no escapa a este fenómeno, y no en balde varios lectores han mostrado sus inquietudes, fundamentalmente en torno a la exposición de las personas a los gases muy tóxicos que expiden estos aparatos en los lugares donde son acoplados.

La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EUA (CPSC, por sus siglas en inglés), entidad famosa en todo el orbe por la venta de dichos materiales, desde mayo de 2007 ha advertido en todas las etiquetas sobre el envenenamiento por monóxido de carbono (CO), causado por los gases de combustión de su motor, y por otro lado, lo referido a eventos desafortunados con el electrochoque, electrocución, incendio y quemaduras graves.

Cuando los generadores son usados en espacios cerrados pueden producir niveles altos de CO en minutos. Al usar alguno, recuerde que el CO no se puede ver ni oler. Aunque no huela los gases de combustión, todavía podría estar expuesto al CO”, alerta en uno de sus protocolos.

Bajo ningún concepto deben utilizarse estos generadores dentro de los hogares, garajes, espacios entre plantas, cobertizos, o áreas similares, aunque emplee ventiladores o se abran puertas y ventanas para la circulación del aire. “Los niveles mortales de CO pueden concentrarse rápidamente en las viviendas y permanecer por horas, incluso luego de que el generador haya sido apagado”, indica asimismo, y para despejar cualquier duda se afirma de forma explícita que, “El CO puede causar la muerte a un ser humano súbitamente”.

Otras de las preocupaciones tienen que ver con los riesgos por choque y electrocución, especialmente si son operados en condiciones húmedas. Atención especial en tal sentido deben tener los niños cuando están expuestos a los equipos en dichos escenarios mientras están jugando, ya sea dentro o fuera de las viviendas. Para ello resulta vital operar con los generadores en una superficie seca y bajo una cubierta que no esté encerrada, donde el agua no los alcance o corra debajo de los mismos.

Cualquier medida es poca a la hora de lidiar con esta tecnología. Pertinente es su análisis y la prevención antes de adquirir y exponer a nuestros seres queridos y vecinos a su presencia.

Estas plantas no son recomendables para edificios; sino preferiblemente para casas con patio, como rezan los manuales, que exigen sean ubicadas lejos del hogar, a la intemperie. Tampoco son, como ocurre en varias partes de Cienfuegos, para que dueños de negocios las ubiquen en la calle, y así el monóxido de carbono que expiden (mortal, como ya señalamos), lo respiren las personas que transitan por el lugar o permanecen en este debido a diversas causas, por ejemplo paradas de ómnibus o coches.

Afortunadamente, todo parece indicar que en 2023 deberemos usar bastante menos plantas eléctricas en Cuba, pero tanto a quienes la poseen como a quienes reciben el letal veneno que expiden: Ojo, todo cuidado es poco.

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