Inician en Cienfuegos cursos pre-congresos Psicosalud 2022

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Como parte la IX Conferencia Internacional de Psicología de la Salud, Psicosalud 2022, que tendrá lugar en La Habana a partir del 14 de noviembre, al igual que en el resto de las provincias, Cienfuegos ha organizado varios cursos pre-congresos en los cuales se involucran especialistas de diferentes ramas de la Medicina, psicólogos, profesores y estudiantes universitarios, comunicadores, personal sanitario… con el propósito de intercambiar ideas, conocimientos y enfoques sobre aspectos metodológicos, teóricos y prácticos de la materia.

Con una interesante y amena conferencia intitulada Bienestar y género, impartida magistralmente por la MSc. Marianela Fonseca Fernández, profesora e investigadora titular de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, dio inicio a la jornada que además ha concebido el acercamiento a la psicología de la salud intensificando la mirada en líneas tan cardinales como la prevención de la violencia en el noviazgo, el acoso escolar entre pares, el desarrollo de instrumentos evaluativos necesarios para la investigación científica, entre otras. El Hospital Pediátrico y el Provincial de Cienfuegos abren espacios académicos paralelos para tales intercambios.

Aspectos como los retos metodológicos en cuanto a los análisis transculturales y sociodemográficos y su relación con el bienestar ­deuda que aún persisten en los estudios de salud; investigaciones gerontológicas y estudios epidemiológicos de salud mental concitaron el debate de una audiencia que mostró pluralidad en las respuestas a interrogantes tales como: ¿qué nos hace felices?, ¿perciben hombres y mujeres el bienestar de la misma manera?, ¿seríamos capaces de construir la felicidad? Por supuesto que todo lo anterior no es la panacea ni desconoce la realidad de una Cuba en crisis por los problemas económicos y la migración, se trata de encontrar un equilibrio entre las expectativas y los logros en la obtención del bienestar psicológico.

“El dominio del entorno, los propósitos de la vida, la autoaceptación, el crecimiento personal, la autonomía, las redes de apoyo, la capacidad de pedir ayuda, entre otras variables constituyen dimensiones alrededor del sentimiento de bienestar, en medio de circunstancias adversas”, dijo más adelante en su exposición.

“La tristeza o el dolor por las pérdidas familiares —mencionó el momento álgido de la pandemia— u otras situaciones importantes de la vida son respuestas naturales a determinadas experiencias que debemos aprender a gestionar”, continuó.

“La era postmoderna propulsa lo efímero, la búsqueda constante del placer, del hedonismo, donde todo hay que conseguirlo muy rápido y ello tergiversa la percepción de la realidad social. La industria del entretenimiento y sus mensajes comerciales nos envuelven en esa idea mental de un mundo complemente distorsionado. Por eso me alegra que un grupo importante de jóvenes forme parte hoy del auditorio”, comentó. Y los invitó a compartir qué pensaban a propósito del tema, los conminó a hacer valoraciones desde sus percepciones sobre la felicidad.

Resiliencia y bienestar comunitario

Resiliencia es un término que deriva del verbo en latín resilio, resilire, que significa “saltar hacia atrás, rebotar”. La resiliencia es la capacidad de superar una adversidad, pero no todos tenemos capacidades o posibilidades de ser resilientes, aquí las redes de apoyo juegan un papel fundamental.
Cuba es un país cuyas estructuras y organizaciones están presentes allí, en el barrio, en el espacio donde comienza la socialización y en ello radica la función del bienestar comunitario, porque los barrios constituyen espacios por excelencia donde confraternizamos, en estos debería incidir más la nación con proyectos o propuestas válidas para lograr la cohesión social.

Por ejemplo, actualmente aumenta el número de personas que viven solas y no existe una incidencia real en el acompañamiento desde el punto de vista social, por tanto es necesaria una mirada profunda y multifactorial en cómo llegar a ese estado de bienestar al cual aspiramos, donde todavía se reconoce a la familia y sus dinámicas, la confianza en el entorno, el medio ambiente, las posibilidades de socialización a partir del desarrollo de actividades deportivas y culturales, así como el crecimiento profesional, entre las dimensiones cardinales que hacen felices.

Este enfoque del bienestar y la felicidad abordado por la profesora Marianela Fonseca, tomando en cuenta las determinantes sociales de la salud nos conduce a superar el concepto de salud de la OMS y del distinguido epidemiólogo norteamericano Milton Terris, sin negar la vigencia de ambos conceptos.

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