Ignacio Agramonte: las escalas del héroe (+Audio)
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Eran los autos de fe de la historiadora: Ignacio Agramonte y Loynaz fue uno de los grandes amores investigativos de Elda Cento Gómez. Al despuntar el alba de cada 23 de diciembre, la familia principeña se congregaba en la Casa Natal del prócer para escucharla en el preludio de la peregrinación hasta el parque a la memoria de El Mayor.
Y allí, entre la intensidad y el encanto, la profesora entrañable, la investigadora que jamás se cansó, volvía una y otra vez sobre sus propias palabras en el tributo al héroe: Los camagüeyanos tenemos que ser dignos de lo que dijo Ignacio Agramonte: Que nuestro grito sea por siempre ¡Independencia o Muerte!, y que cualquier otro sea mirado en adelante como un lema de traición.
En el morral del periodista va un poco de aquella voz que la muerte no logró palidecer. Elda Cento Gómez radicaba el efecto de la forma en que enjuiciamos a los héroes, al recordar la famosa rivalidad entre Carlos Manuel de Céspedes y el patricio ilustre del Camagüey.
Elda Cento Gómez trazaba escalas en la existencia de Ignacio Agramonte y Loynaz: en el plano familiar, del novio, al esposo y al padre, y en el orden de la profesión, del estudiante, al jurista y al guerrero, que –según sus palabras—se correspondían en paralelo.
La inolvidable historiadora cubana fue la autora del atractivo libro Para no separarnos nunca más. Cartas de Ignacio Agramonte a Amalia Simoni, publicado en 2009 por la Casa Editora Abril, en homenaje al tribuno, jurista, militar, y entrañable ser humano nacido el 23 de diciembre de 1841 en la antigua Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Con una vasta obra dedicada a El Mayor, la Premio Nacional de Historia 2015, Elda Cento Gómez, nació en Camagüey el 26 de septiembre de 1952, y falleció en La Habana a consecuencia de una neoplasia el 28 de octubre de 2019.
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