Granma, rey legítimo del béisbol de Cuba

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Contra viento y marea, los Alazanes de Granma superaron 4-0 a los Cocodrilos de Matanzas en el séptimo pleito del playoff final para finiquitar la remontada (4-3) y proclamarse hoy campeones del béisbol de Cuba.

En el estadio Mártires de Barbados -sin espacio para un alfiler-, la tropa del mánager Carlos Martí superó a tirios y troyanos en su afán de pasar a la historia como el sexto equipo tetramonarca de la pelota en la isla.

Bajo el grito de «sí se puede» que estremeció las tribunas, los caballos de Martí salieron impetuosos en el primer episodio y marcaron una carrera, tras hits consecutivos de Yosvani Millán y Osvaldo Abreu, pelotazo a Guillermo Avilés y conexión para doble matanza del capitán Carlos Benítez.

El tormento inicial obligó al pitcher matancero Yamichel Pérez a exhibir sus mejores cualidades: control y confianza, para dominar sin fisuras durante la segunda y tercera entradas, y plantear el duelo de zurdos contra Leandro Martínez, un veterano de 43 años recién cumplidos.

Empero, la calma de Pérez desapareció a la velocidad de un chasquido de dedos en el cuarto inning, con el cuadrangular del tercer madero Avilés: la TeamMate voló lejos -muy lejos- por el jardín derecho y Granma amplió su ventaja en el pizarrón (2-0).

Carlos Martí escala podio de máximos ganadores entre mánagers del béisbol de Cuba

Los fantasmas regresaron en el quinto capítulo, después de sencillos de Millán y Abreu y el segundo dead ball al jonronero Avilés, lo que provocó la salida del box del lanzallamas Pérez (3-1, 5.0, 4C, 6H, 2DB).

Contra las cuerdas y urgido de revertir el panorama, el mentor Armando Ferrer depositó toda sus esperanzas en el diestro Noervys Entenza para enfrentar a Benítez con las almohadillas congestionadas.

A sangre fría, Entenza dominó en golpes sucesivos por el cuadro al «Capi», Alexquemer Sánchez y Darién Palma para sofocar un incendio que dejó un saldo devastador: otras dos anotaciones y cuatro de diferencia para los locales.

Ante la espiral de emociones y el bullicio en la instalación deportiva, el anfitrión Martínez tiró de su oficio para sacar outs sin demasiados inconvenientes y moldear una victoria esculpida a golpes de cincel.

«Somos los campeones», repitió el público bajo un mar de sombrillas cada vez que sus jugadores lograron una acción positiva o, incluso, cuando la amplificación local informó: «Por favor, mantener la disciplina. No lanzarse al terreno al concluir el encuentro».

La afición, además, coreó cada lanzamiento hacia el «home plate» de Martínez (1-0, 7.0, 0C, 5H, 1K), ganador del tope luego de una joya monticular de siete actos, cero carreras, un ponche y cinco hits, de esos tres a la cuenta del exligamayorista Erisbel Arruebarruena.

En pos de mayor dramatismo, una ligera llovizna cayó sobre el espacio en los compases finales de la pugna, un detalle de la naturaleza para bautizar a los legítimos reyes del béisbol cubano.

Suenan los tambores

Tras el último out, el júbilo alcanza niveles insospechados en Bayamo. Ahora suenan los tambores y la gente arrolla con las congas en esta tierra de Alazanes.

En 61 Series Nacionales (SN), solo otros cinco planteles poseen –mínimo- cuatro trofeos en sus vitrinas y, de paso, cargan el epíteto de los más “grandes” de siempre: Industriales, Santiago de Cuba, Vegueros, Villa Clara y Pinar del Río.

Los triunfos en 2017, 2018, 2021 y 2022, todos en apenas un lustro, igualmente elevan la figura de Martí, quien a sus 73 años valora la posibilidad de apretar el botón del retiro y disfrutar la pelota lejos de los banquillos y la presión de los certámenes. (Resumen de Prensa Latina)

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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