Fuerza Armada venezolana inició ejercicio masivo con despliegue de medios aéreos y misilísticos
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El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, anunció la víspera el despliegue de “casi 200 000 efectivos” en un nuevo ejercicio defensivo de gran escala, ordenado por el presidente Nicolás Maduro.
La operación fue definida como la “fase superior” del Plan Independencia 200, una estrategia militar puesta en marcha por Caracas para hacer frente a lo que considera una eventual agresión directa por parte de Estados Unidos, cuyo despliegue bélico en el mar Caribe se ha mantenido durante las últimas semanas.
En un video difundido a través de su canal de Telegram, el alto funcionario puntualizó: “Se han desplegado casi 200 000 efectivos en todo el territorio nacional” para estas prácticas. Padrino López detalló que “este ejercicio, además de completar, foguear y preparar para el comando y control, también implica el despliegue de medios aéreos, terrestres, navales, misilísticos, de todo tipo”.
Explicó que se denomina “fase superior” porque “abarca ejercicios que hemos repetido, pero ya de manera integral”, y agregó que se realizará durante el día de hoy y mañana, cuando se hará un balance de los resultados.
El ministro recalcó que este ejercicio “no va en desmedro” de las operaciones cotidianas que realiza el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para combatir “todas las demás amenazas”, entre las que enumeró la lucha contra el narcotráfico, la desarticulación de grupos irregulares armados ligados al trasiego de drogas en zonas fronterizas con Colombia, y el combate contra “grupos terroristas”.
Aseguró al pueblo venezolano que tiene “una Venezuela resguardada, protegida, defendida por la FANB y por el liderazgo de nuestro comandante en jefe, el presidente Nicolás Maduro”.
Contexto de tensión internacional
El ejercicio militar se desarrolla en un contexto de elevada tensión con Estados Unidos. Desde el pasado mes de agosto, Estados Unidos ha desplegado frente a las costas de Venezuela buques de guerra, un submarino, aviones de combate y tropas, bajo el alegato declarado de luchar contra el narcotráfico. En este marco, ha llevado a cabo varios bombardeos contra presuntas “narcolanchas” en el mar Caribe y el océano Pacífico, que han dejado decenas de muertos.
Paralelamente, Washington acusó al presidente Maduro, sin presentar pruebas, de liderar un supuesto cártel del narcotráfico, y la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que conduzca a su arresto.
A mediados de octubre, el expresidente Donald Trump admitió haber autorizado a la CIA para realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano. En respuesta, Maduro se preguntó retóricamente:
“¿Alguien se puede creer que la CIA no está operando en Venezuela desde hace 60 años? ¿Alguien se puede creer que la CIA no ha conspirado desde hace 26 años contra el comandante [Hugo] Chávez y contra mí?”
Estas acciones han sido calificadas por Caracas como una agresión. Dicha postura ha encontrado eco a nivel internacional. El representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, afirmó en el Consejo de Seguridad que las acciones estadounidenses en el Caribe no son ejercicios militares ordinarios, sino una “campaña descarada de presión política, militar y psicológica contra el Gobierno de un Estado independiente”.
Asimismo, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó los bombardeos, que han dejado un saldo de más de 60 personas asesinadas. Los gobiernos de Colombia, México y Brasil, junto a expertos de la ONU, también han repudiado estos ataques, señalando que se trata de “ejecuciones sumarias” contrarias al derecho internacional.
(Con información de RT en Español)
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