¿D’Clouet o De Clouet?: Memorias de una polémica

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Este 17 de junio se cumplen 174 años del fallecimiento de Luis Lorenzo De Clouet y Piette, fundador de la colonia de Fernandina de Jagua, actual ciudad de Cienfuegos. Su deceso ocurrió en Córdoba, España, lejos de la comunidad que soñó, constituyó y contribuyó a fomentar.

A ella regresaron sus restos mortales el 3 de agosto de 1958. Una iniciativa propuesta por el Ateneo de Cienfuegos y apoyada por las autoridades de la ciudad, permitió que ese pueblo, cuya identidad sembrara con su gesto fundacional aquel 22 de abril de 1819, lo recibiera de nuevo en su seno.

Fue aquel recibimiento un suceso de profunda connotación popular, como lo fue también años después el protagonizado por los cienfuegueros cuando los restos de De Clouet fueron trasladados hacia su definitivo lugar de reposo en el cementerio Tomás Acea, el 22 de abril de 2009, después de permanecer resguardados durante más de cinco décadas.

Y no podía ser de otra manera. Además de ese sello de modernidad que el patriarca imprimió a la colonia desde su misma proyección y que hoy distingue a Cienfuegos como una ciudad peculiar, a sus habitantes se les reconoce por su capacidad moral, la energía de carácter, el espíritu de disciplina y emprendimiento; el amor al progreso y el apego a las buenas costumbres, virtudes que también caracterizaran a De Clouet.

Pero esta crónica no pretende homenajear al fundador exponiendo los detalles de su vida y obra, que el lector interesado puede consultar en las muchas referencias bibliográficas acerca de esta personalidad.

Más bien quiere recordarla, en ocasión de este aniversario luctuoso, con una anécdota sobre cierta polémica que alguna vez suscitara la manera correcta en que debía escribirse su apellido.

LA POLÉMICA

Como todo un desafío para lingüistas e historiadores se mostraba una nota publicada hace más de un siglo en la primera plana del periódico local La Correspondencia.

La porfía en cuestión radicaba en cómo debía escribirse el apellido del fundador de la colonia de Fernandina de Jagua: con apóstrofo o sin él.

El redactor estaba convencido de que en el primer caso (D’Clouet), era incorrecto el uso de un recurso ortográfico que suele emplearse para marcar gráficamente la supresión de un sonido, aunque en la lengua española tiene poco uso. No así en otros idiomas que lo conservan en la reproducción de algunos nombres propios o en determinadas expresiones.

Pero la objeción al empleo del apóstrofo en este caso no radicaba solo en considerarlo como un error ortográfico. Eran otras y de mayor peso las razones para impugnarlo y así lo aclaraba el articulista: “Si el fundador de Cienfuegos, según consta en actas, libros y documentos que existían y deben existir en el Ayuntamiento de esta ciudad, se firmaba Luis De Clouet, ¿por qué se obstinan muchos en escribir ese apellido hasta en documentos oficiales de este modo: D (apóstrofo) Clouet.? ¿Acaso creen saber mejor que De Clouet cómo debía escribir su apellido?”, concluía con sorna el periodista.

El apego de muchos a tal yerro quizás se debió a la contaminación de la grafía de ese apellido con la de otros patronímicos de origen irlandés que ostentaban algunos vecinos de la Colonia como John O’Bourke, dueño de una plantación azucarera, o de personalidades de la época como Leopoldo O’Donnell y Jorís, Capitán General de la Isla entre 1843 y 1848.

Sea cual fuera la causa, el error no solo sobrevivió, sino que se multiplicó en la publicidad comercial y en otras referencias citadinas prácticamente hasta nuestros días.

Y aunque a los efectos oficiales nunca ha existido duda sobre la forma correcta de escribir el nombre del patriarca de Cienfuegos, algunos textos que hoy hacen referencia al ilustre oficial o a la calle que en Cienfuegos lleva su nombre, incurren en la misma pifia criticada hace más de cien años en las páginas de La Correspondencia.

La publicidad comercial contribuyó a difundir la errónea escritura del apellido del fundador./Foto: archivo del autor
En el Acta de Fundación de la colonia de Fernandina de Jagua puede apreciarse cómo el propio De Cluet escribía su apellido./Foto: archivo del autor

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Omar George Carpi

Periodista del Telecentro Perlavisión.

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