China conmemorará la victoria antifascista con Xi Jinping y Vladimir Putin al frente
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Beijing se prepara para conmemorar el próximo 3 de septiembre el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Asia y la derrota del fascismo y el militarismo japonés, en un acto que contará con una amplia exhibición militar y una marcada carga geopolítica.
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El portavoz de Exteriores, Guo Jiakun, subrayó que China quiere trabajar con “todos los países amantes de la paz” para fortalecer una “visión correcta de la historia” y defender tanto los logros de la Segunda Guerra Mundial como el orden internacional de posguerra.
Cerca de 50 líderes (entre ellos 26 jefes de Estado y de Gobierno, hasta el momento), altos cargos y enviados de 30 países han confirmado su asistencia, reflejando, según Beijing, una voluntad compartida de “preservar la memoria histórica y defender la paz y la justicia”.
Entre los mandatarios confirmados se encuentran el presidente ruso, Vladímir Putin; el líder norcoreano, Kim Jong-un; y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, así como jefes de Estado y de Gobierno de Irán, Vietnam, Pakistán, Serbia, Belarús, Laos, Indonesia, y otros aliados estratégicos de Beijing, como Venezuela y Nicaragua.
La presencia de estas delegaciones refuerza el enfoque chino de un frente internacional dispuesto a reconocer su papel central en la derrota del fascismo en Asia y en la resistencia contra la invasión japonesa, que causó más de 35 millones de bajas entre tropas y civiles chinos.
El evento, que incluirá un desfile militar en la plaza de Tiananmen y un discurso del presidente Xi Jinping, llega en un contexto de crecientes tensiones con las potencias occidentales, cuya presencia será limitada. Beijing ha remarcado que los actos no están dirigidos “contra ningún país” sino que buscan “recordar la historia, honrar a los caídos, atesorar la paz y abrir el futuro”.
Sin embargo, la ausencia de líderes de Estados Unidos, Reino Unido y otras potencias europeas refleja la fractura actual entre Occidente y el mundo emergente encabezado por China y Rusia.
La conmemoración también servirá de marco para un nuevo encuentro de alto nivel entre Xi Jinping y Vladímir Putin, descrito por la diplomacia china como “histórico” y destinado a dar un “poderoso impulso” a las relaciones bilaterales.
Según el embajador chino en Moscú, Zhang Hanhui, esta relación es “una de las más estables, maduras y estratégicamente valiosas entre grandes potencias en el mundo moderno”, caracterizada por la “buena vecindad, la amistad genuina y la cooperación de beneficio mutuo”.
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