Alexander Abreu, el de Havana D’Primera y Pueblo Griffo
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Más de 15 mil espectadores podría parecer una exageración, pero no lo es porque el pueblo de Cienfuegos se entusiasmó con la idea de tener en “casa” a uno de sus músicos más queridos. Por tanto, decir que más de 15 mil espectadores estuvieron en la plaza de la ciudad la noche del domingo no es una exageración.
Que la actuación de Alexander Abreu resultara el colofón de la XI edición del Fiestón del Verano constituyó uno de los principales aciertos del “Ciudad del Mar” de este año. Bailar con Havana D’Primera es “cosa seria”, como dice uno de los estribillos pegajosos de Van Van.
Alex Abreu, el de Pueblo Griffo, el estudiante de trompeta de la “Manuel Saumell” y la ENA, quien componía a escondidas y dudó varios años en emprender un proyecto en solitario, hizo su entrada al escenario principal de la Plaza de la ciudad cantando el tema homónimo del fonograma y demostró —desde el acorde inicial y hasta el final— cómo suena una orquesta de primer nivel en vivo, que la comunión entre varios buenos músicos convierte cada presentación en un goce sobre el escenario, sin lugar a dudas una de las fórmulas ganadoras de la orquesta. La otra, su director.
La mejor orquesta de Cuba
Con una particular manera de componer y cantar, Alex nos traslada —ha reconocido en entrevistas que son sus paradigmas— a esa época de los 90 en Cuba, donde varias agrupaciones confluían en un escenario musical prolífico.
Alexander Abreu y Havana D’Primera constituyen hoy la mejor orquesta de música popular bailable en nuestro país.
Soy de Pueblo Griffo, nacido y críado aquí, y donde quiera que yo esté los representaré”, enunció emocionado en medio de una ovación de los bailadores. Y nos consta de esa afirmación. Su ciudad natal le agradece por ello. Más de 15 mil espectadores vivenciaron el sonido en directo del “Maestro”.
La orquesta no defraudó a sus bailadores que por más de dos horas cantaron y vibraron con cada uno de sus temas, hasta su Conga pa’ cerrar, que convidó a “arrollar” a la cienfueguera y nos dejó con deseos de más Festival.
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Honor para Alexander, sin tanta fanfarria, eso si es Música.