Aguada: en la lucha diaria

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Aguada de Pasajeros es tierra de luchadores, por tradición, aunque las últimas décadas no mostraron el mismo esplendor de antaño. Sin embargo, su regreso a los planos cimeros en las recientes competiciones del deporte en la provincia, motiva al optimismo, a un rescate de una memoria un tanto empolvada.

Todo comenzó con un ex atleta local, Daniel Mayor Ramírez, y la incondicional entrega de los padres, los mecenas anónimos en pos del crecimiento de sus hijos. “Desde el momento que entré, hace ya cerca de cuatro años, lo di todo, asegura el muchacho de solo 23 años. Recuperamos el gimnasio, poco a poco creamos las condiciones y los resultados se han visto. Los padres apoyaron muchísimo y, fundamentalmente, tuve el respaldo del mío —Daniel Mayor padre, funge como activista de la instalación—, porque sin él nada de esto sería posible. Esto, así como está, no habría sido posible.

“En el primer año de trabajo quedamos quintos en el evento provincial. De ahí para acá subimos al tercero, después al segundo y en el curso anterior conseguimos el primero: por lo menos ya sé lo que es eso, cómo se siente. Este año no pudimos mantenerlo, se nos cayó con el femenino, y quedamos segundos de nuevo; pero en el próximo trataremos de recuperarlo”.

Con un técnico medio y su experiencia de juventud como mayores referencias, Daniel asume la preparación de 24 atletas: “Son de las distintas escuelas y todos los días, a las dos de la tarde, voy escuela por escuela y los recojo, y los traigo para acá. Es complicado, soy yo solo con la lucha libre, la greco, las hembras, y son de todas las edades, porque necesito crear la base con los niños de primer y segundo grados para mantener el relevo. Están los de quinto y sexto que me van al Provincial; me faltan atletas femeninas, siempre ha sido un problema encontrarlas… Se me hace un poco difícil; pero bueno, con amor se logra”.

Del aprendizaje dan fe sus pupilos: “Yo quiero llegar al equipo Cuba y ser como Reineris Salas (doble subcampeón mundial), anuncia Kevin Fuentes Dueñas, de diez años de edad. Me gusta mucho la lucha, yo desde tercer grado estoy aquí y en mi primer provincial cogí tercero con tres meses de entrenamiento. Me gusta el tope. Todavía me falta por mejorar el ‘bombero’, esa técnica donde metes el brazo por la pierna y lo tiras… No me sale porque lo estoy tirando para el lado y debo hacerlo para adelante”.

“Pero debemos ser muy cuidadosos para no golpearnos contra el colchón, añade Elier Carrera Ramírez, también de diez años. Todavía me regañan un poquito porque me voy atrás en switches, lo hago un poquito mal, me falta entrenarla todos los días”.

La meta para con ellos es muy simple: “Mi sueño como entrenador es que mis atletas lleguen a ser lo que yo no pude: que sean campeones, que lleguen al equipo nacional algún día… Pero primero que lleguen a la EIDE”.

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Darilys Reyes Sánchez

Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en 2009

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