Una misión “incomible”
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 56 segundos
Esta semana, la sección Oficio de leer trae un nuevo libro de aventuras, de la mano del joven escritor Yasmany González Hernández (Pinar del Río, 1991), Licenciado en Estudios Socioculturales y que poco a poco ha ganado prestigio como poeta y narrador, especialmente vinculado al trabajo con los más chicos, no solo desde las páginas de los libros sino también en el ámbito del teatro, acompañado frecuentemente por la cantante y compositora Yeni Turiño Gutiérrez.
Reina del Mar, una de las dos casas libreras de Cienfuegos ─que cumple 29 años de fundada este mes─, fue la encargada de arropar su última novela titulada Misión: La lata de azúcar. Con ella, su autor ─acostumbrado a las peripecias e imaginerías dedicadas a la infancia─, nos ofrece aquí la historia de 12 cucarachas, empeñadas en robar el preciado recipiente a un desquiciado fumigador.
Con una trama como esta, aun sin leer la obra, no es difícil suponer que González Hernández ha creado una ficción cargada de humor para, en primer lugar, entretener, sorprender y hacer reír a los pequeños lectores. Los insectos protagonistas, conscientes de su fortaleza y resistencia físico-biológica, han decidido reforzarse mucho más con un entrenamiento en las artes de la guerra, para poder enfrentar la dura empresa que tienen por delante. “Nuestros agentes han sido seleccionados dentro de la Unisef: ‘Unión Noctífuga de Insectos Secretos Especializados en Fruslerías’, nombre que recibe nuestra academia militar de fama internacional”.
Así pues, bajo la batuta del general Don Lentíssimo, el batallón diminuto de combatientes emprende su “misión incomible” desde Cucarachópolis en dirección a la vivienda del fumigador. Durante el periplo tendrán que enfrentar hormigas bravías, sapos, escolopendras, un enjambre de mosquitos, escarabajos de la luz, al gato Rasqui Ras y el propio fumigador, quien les va dejando avisos de alerta por doquier, decidido a exterminarlas a toda costa.
Con una narración sencilla, en el texto sobresale el gusto de González por el aprendizaje, y por colocar rasgos de las culturas orientales, sobre todo la japonesa, dotando a las cucarachas con características shuriken y portadoras de katanas, capaces incluso de construir un improvisado aerostático utilizando jabas, velas y una dentadura postiza para volar hasta el aparador donde están los anhelados granos de azúcar. De ese modo, se exalta y demuestra a los lectores la importancia del conocimiento y su implementación en momentos críticos, en tanto logra enfatizar el hecho de que solo trabajando unidos se pueden vencer grandes vicisitudes, más allá de lo inmensos que parezcan dichos obstáculos.

Aun cuando Yasmany González no tuviera el interés de establecer con esta obra una crítica al contexto cubano, lo cierto es que resulta casi imposible no hacer un paralelismo entre estas cucarachas ninjas y las personas que hoy día buscan como enloquecidas un poco de azúcar para endulzar el café o la leche de sus desayunos. ¡Hasta las alimañas locales sufrirían penurias y calamidades para conseguir los microscópicos, desaparecidos y muy caros cristales azucarados!
Además de Misión, este narrador posee en su catálogo El limón que cayó del cielo (2023), publicado por Ediciones Loynaz, también enfocado al público juvenil, y textos líricos como He visto llegar a los soldados, de Áncora Ediciones, con el cual obtuvo el premio de poesía Mangle Rojo 2022.
Visitas: 2

