Pinceladas de Montevideo: Ciudad marcada por el arte callejero

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Con muchos a favor y otros tantos en contra, en definitiva, lo cierto es que defensores y detractores aprendieron a convivir con los grafitis, murales, esténseles y serigrafías plasmados, principalmente, en fachadas de edificios, centros comerciales y viviendas, muros, tapias y otros espacios públicos, aunque también puedes encontrarlos en plazas y parques, y hasta en los lugares más insospechables de la ciudad de Montevideo, con mayor destaque en los barrios de el Centro, Ciudad Vieja, Barrio Sur (con su candombe) y Palermo.

El boom del arte urbano o arte callejero, como se le conoce a esta manifestación de la plástica, comenzó en la capital de la República Oriental del Uruguay a inicios de la década de los noventa del pasado siglo. Desde entonces la urbe sudamericana destaca por su vibrante street art, como también se le llama, con el desempeño de un papel importante, tanto en la decoración de los sitios donde quedan expuestos como en la expresión de ideas y sentimientos.

En el gimnasio biosaludable del barrio de Pocitos se distinguen gigantescos murales en los paredones laterales de la instalación. / Foto: María Elena Llanes Suárez
En el gimnasio biosaludable del barrio de Pocitos se distinguen gigantescos murales en los paredones laterales de la instalación. / Foto: María Elena Llanes Suárez

Sin embargo, Carlos, un veterano militante del Movimiento de Participación Popular -partido fundado por exguerrilleros Tupamaros- sostiene que ya en tiempos de la dictadura militar, entre 1973 y 1985, existía este tipo de expresión, si bien no con la misma intensidad y connotación que hoy, sí como una forma de denuncia y condena pública de los crímenes, desapariciones y otros desmanes perpetrados por los gobernantes de facto.

Los grafitis expresan muchas veces expresiones de la sabiduría popular. / Foto: María Elena Llanes Suárez
Los grafitis expresan muchas veces expresiones de la sabiduría popular. / Foto: María Elena Llanes Suárez

Existen numerosos ejemplos que corroboran el criterio de Carlos y uno de los más ilustrativos y perentorios del temprano grafiti en Montevideo es la frase “Ánimo compañeros, que la vida puede más”, pintada en 1984 en una residencia estudiantil, y que luego fue recuperada como un símbolo de optimismo, fe, resistencia y confianza en el futuro de los uruguayos.

Empero, lo que sí resulta innegable es el hecho de que, con la aparición de los primeros grupos de grafiteros y muralistas en 1990, esta tendencia artística, digámosle más espontánea y popular, se fue consolidando y se expandió poco a poco a diferentes barrios con el uso diversas técnicas y estilos.

Los montevideanos han aprendido a convivir con el arte urbano como parte de la cotidianeidad de sus vidas. / Foto: María Elena Llanes Suárez
Los montevideanos han aprendido a convivir con el arte urbano como parte de la cotidianeidad de sus vidas. / Foto: María Elena Llanes Suárez

Luego, el desarrollo del arte callejero en Montevideo se puede entender en varias etapas. A saber, en los años noventa los artistas urbanos comenzaron a intervenir las calles con sus firmas y diseños característicos de este de movimiento, dando origen a la primera de esas manifestaciones, desde luego nos referimos al grafiti.

Ya en los albores del siglo XXI tomó mucho más auge el arte callejero con la incorporación de otras modalidades de la plástica y adquirió igual protagonismo que su predecesor el mural, la serigrafía y el esténcil, a tal punto que en la actualidad Montevideo ha ganado reconocimiento tanto a nivel local como internacional, con creadores que participan en festivales y exposiciones en diferentes países.

Esta manifestación popular de las artes plásticas está presente en todas las calles, avenidas y otros espacios públicos de Montevideo. / Foto: María Elena Llanes Suárez
Esta manifestación popular de las artes plásticas está presente en todas las calles, avenidas y otros espacios públicos de Montevideo. / Foto: María Elena Llanes Suárez

Sin lugar a duda, el street art en la capital uruguaya no solo forma parte del paisaje urbanístico de los más recónditos parajes metropolitanos, si no que le aporta al entorno valor estético, al tiempo de transformar espacios públicos, haciéndolos más seguros y atractivos, con un creciente interés añadido por parte de turistas y locales que buscan descubrir la ciudad a través de sus manifestaciones artísticas.

Por supuesto, como ocurre en el resto del mundo también aquí el arte urbano se caracteriza por su naturaleza informal, libre y, en ocasiones no autorizada, lo que puede generar controversias y debates sobre su legalidad, y no faltan los que lo tildan de vandalismo e incluso critican su desempeño por ser temerario y peligroso en franca alusión a que algunas veces las intervenciones se hacen a grandes alturas y sin la debida protección.

El principal objetivo de esta expresión artística consiste en interactuar con el espacio urbano, su arquitectura y sus habitantes, a menudo transmitiendo mensajes sociales, políticos o culturales. Hay quienes destacan su función transformadora, toda vez que suele revitalizar zonas degradadas, generar espacios de encuentro y reflexión, y aportar color y creatividad al paisaje urbano.

Resulta impresionante la variedad de estilos y técnicas en las expresiones artísticas de murales, grafitis, serigrafía y esténciles/ Foto: María Elena Llanes Suárez
Resulta impresionante la variedad de estilos y técnicas en las expresiones artísticas de murales, grafitis, serigrafía y esténciles/ Foto: María Elena Llanes Suárez

Eso sí, es importante destacar que, aunque el arte callejero se ha popularizado en los últimos años, también es una forma de expresión efímera, donde las obras pueden ser modificadas o eliminadas con el tiempo, lo que añade un elemento de dinamismo y constante cambio a la escena urbana.

Reiterar que la forma más común de arte callejero es el grafiti que consiste en inscripciones y dibujos realizados con pintura en aerosol o a veces el uso de pinceles. A ello se suma los murales con pinturas de gran tamaño que cubren paredes y fachadas, a menudo con temáticas variadas y mensajes diversos.

Tampoco faltan las serigrafías y los esténciles, e incluso en determinados lugares se crean instalaciones con obras tridimensionales y se proyectan videos y animaciones sobre edificios y muros originando efectos visuales llamativos.

En Ciudad Vieja suelen encontrarse murales como este/ Foto: María Elena Llanes Suárez
En Ciudad Vieja suelen encontrarse murales como este/ Foto: María Elena Llanes Suárez

Montevideo figura entre las metrópolis con una significativa presencia de street art. Ahora bien, en este acápite sobresalen por encima de otras Bogotá considerada la capital mundial del grafiti, mientras que Berlín destaca por su rica historia de arte urbano, incluyendo la famosa East Side Gallery. Londres, por su parte, es otro punto clave, especialmente en áreas como Shoreditch y Camden, con una mezcla de arte tradicional y vanguardista. Buenos Aires también es reconocida por su arte callejero, con una escena diversa y en constante evolución.

No obstante, es justo reconocer que la lista incluye otras ciudades líderes en esta manifestación de las artes pláticas como lo son Nueva York, Sao Pablo, Melbourne y Valparaíso, las que ofrecen una gran diversidad de estilos y expresiones artísticas en sus calles y plazas.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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