¿Guillermo o William? El Sanguily olvidado

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No resulta nada extraño encontrar en la historia de Cuba familias que hayan aportado más de un nombre significativo a nuestra identidad nacional. Vinculados a la cultura, el deporte, la ciencia o la música; lo cierto es, que el parentesco se ha hecho presente en la cotidianidad de la mayor de Las Antillas. En tal sentido, es imposible dejar de señalar a los Maceo, los Céspedes, los Roa y otros linajes más.

Al referirnos al apellido Sanguily, cualquier cubano recordará, sin muchas dificultades, a los hermanos Julio y Manuel, que lucharon por la independencia de Cuba contra el régimen colonial español. Sin embargo, a casi nadie se le ocurriría evocar a Guillermo, salvo ciertos historiadores conocedores de la materia y algún que otro cubano que visualizó aquel spot televisivo que aseveraba que había sido el primer alcalde de la ciudad de Sydney. Esto último, una noticia falsa.

El matrimonio del francés Julio Sanguily y la irlandesa Mary Garrite se estableció en la Isla hacia la primera mitad del siglo XIX, proveniente de Haití. A su arribo, el núcleo de la familia aumentó con el nacimiento de los hijos Guillermo, Julio y Manuel. La pareja no duró mucho, pues siendo muy pequeños los vástagos, el padre moriría y su educación quedó al amparo de su padrino, de apellido Murdoch. Siendo muy jóvenes, este hombre costeó sus estudios en los Estados Unidos. Los menores regresaron y se enrolaron en la Guerra de los Diez Años, una trayectoria conocida por todos. Guillermo permaneció en el vecino país y, desde entonces, se puede aseverar que su accionar quedó relegado al olvido.

Guillermo Sanguily Garrite. /Foto: Cortesía de la Embajada de Cuba en Australia.

Guillermo Sanguily Garrite vivió en la ciudad norteamericana de Boston entre 1862 y 1863, donde estudió artes navales. Por algún motivo personal cambió su nombre por el de William, apeló como su primer apellido al de su tutor Murdoch y eliminó el apellido de su madre. Por estos años, se enroló en la tripulación del velero General Grant, de la naviera Boyes, Richardson & Co. En marzo de 1866, la embarcación llegó a Melbourne, Australia, y partió del mismo puerto en mayo del propio año con un cargamento de 2 mil 500 onzas de oro, algodón, plomo, zinc y numerosos pasajeros.

Según los registros de la capitanía portuaria de la urbe australiana, Guillermo era el tripulante más joven de la dotación. El velero naufragó en las islas deshabitadas de Auckland y los sobrevivientes, entre los que se hallaba Guillermo, permanecieron en ellas por espacio de un año hasta que fueron rescatados por un ballenero que los condujo a Nueva Zelanda.

Para 1872, William Murdoch Sanguily —Guillermo— contrajo matrimonio en la ciudad de Filadelfia con Sara Dawes Randall, descendiente de australianos. Por estas razones, la pareja decidió establecerse en Sydney y tuvieron cinco hijos. William Murdoch se dedicó al negocio de los coches de tracción animal y al transporte funerario. Parece que el negocio fue muy lucrativo, debido a que la prensa australiana de la época exponía en sus páginas diversas fotografías suyas y de sus actividades comerciales.

Asimismo, incursionó en la fabricación de máquinas de vapor para insertarlas en su negocio. Inspirado en los modelos de James Watt y Matthew Boulton, creó un pequeño prototipo de automóvil para el desplazamiento de las mercancías y personas dentro de la urbe australiana. De este modo, se convirtió en pionero de la utilización de la máquina de vapor para el transporte en Australia. En la actualidad, el modelo original ideado por William Murdoch se conserva en el Museo del Transporte de Sydney.

Prototipo de automóvil mediante la utilización de la máquina de vapor creada por William –Guillermo– Murdoch Sanguily. /Foto: Cortesía del Museo del Transporte de Sydney, Australia.

Pero sin lugar a dudas, lo que más expectación generó en Cuba hace unos años atrás fue su cargo como primer alcalde de Sydney. William Murdoch no ocupó la magistratura de esta ciudad. Una revisión de las actas del Ayuntamiento de Sydney desde su creación en 1842 hasta 1909, año en que murió, expresa que durante este período ocuparon dicho cargo 43 alcaldes, de estos solo tres se llamaban William, pero en todos los casos su primer apellido no está ni remotamente relacionado con el de Murdoch ni mucho menos con el de Sanguily: William Edward (1851-1852), William Speer (1864) y Sr. William Patrick Manning (1891-1894). El imaginario que se ha construido alrededor de este posible cargo político se sustenta en una nota referida a que su hijo Rollings Herbert William fue secretario del Ayuntamiento de Sydney.

Lo que sí se puede manifestar con certeza, es que William Murdoch fue el primer cubano en llegar y establecerse en la isla continente según constan en documentos oficiales de esta urbe, ya que la entrada de otro cubano al país no se produciría hasta 1930.

Durante todos estos años, se desconoce si William Murdoch tuvo algún tipo de contacto con sus hermanos Julio y Manuel en Cuba; como tampoco, nunca quedó esclarecido el porqué de su cambio de nombre.

William Murdoch falleció en Sydney, el 6 de mayo de 1909, y fue enterrado el día 27 del propio mes en el cementerio de Rookwood. En el año 2015, por gestiones de la embajada de Cuba en Australia, fue localizada su tumba en el sector anglicano de la propia necrópolis. A diferencia de sus hermanos, el accionar de William Murdoch —Guillermo— gozaría de un esplendor en tierras distantes y engrosaría una larga lista de cubanos ilustres que dejaron su huella por todo el mundo.

* El autor es MSc. y profesor de la Universidad de Cienfuegos.

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Dariel Alba Bermúdez

Profesor e investigador de la Universidad de Cienfuegos ¨Carlos Rafael Rodríguez¨. Miembro de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC)

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