El viento, el estanque y el corazón humano

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Con su telefilme El viento en el estanque (2008), el miembro de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC, Jorge Luis Urra Maqueira, se consolida como el más prolífico creador audiovisual de cortos y mediometrajes de nuestra provincia, pues este es el sexto de ellos y el segundo en rebasar los 40 minutos de duración tras el anterior Callátelo (2006).

La premier de la película -primera acción del proyecto Crecer aprobado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en el 2008 y a cargo del actor Alberto Durán- tuvo lugar el pasado 14 de diciembre, en ocasión de celebrarse el Día del Trabajador de la Cultura. Ahora, hace su andadura exhibitoria a través del sistema institucional del territorio; y además está previsto su estreno en la televisión.

Urra Maqueira (Aguada de Pasajeros, 1969), hombre que se siente tan bien escribiendo de arte -con riguroso acierto por norma general, pese a eventuales criterios polémicos no compartidos por todos e inherentes a este oficio-, como emitiendo órdenes en un set de filmación, ha dedicado prácticamente un año de su vida a la elaboración de su nuevo material.

“Aunque trabajamos con un equipo pequeño y el rodaje fue más bien breve, las grabaciones se iniciaron en febrero para concluir hacia julio; luego comenzó todo el proceso de postproducción, edición y articulación de la banda sonora, desarrollado desde agosto hasta noviembre”, afirma el creador de Angustia o La justicia es una palabra.

Urra dirige y escribe el guión de El viento en el estanque a partir de una idea original del antes citado Durán, ex integrante del grupo teatro Escambray, suscitada sobre la base de una experiencia personal vivida por él.

“Surge a partir de sucesos reales acaecidos a Durán en un centro asistencial donde teje una singular relación con un niño no menos peculiar aquejado de cierto tipo de parálisis”, define Urra el punto de partida argumental de la cinta.

“Alberto habló conmigo -agrega el director-, germinamos la concepción de la obra; después de eso se convocó a una serie de actores, quienes respondieron de forma entusiasta y desinteresada pues no percibieron remuneración alguna por su intervención; así como a creadores destinados a encargarse de la música: Luisa Acea y Rafael Martinez Acea, el productor Eduardo Rodríguez y varios artistas importantes del artes sonoro en la ciudad”.

El mediometraje de 42 minutos bajo el auspicio de la UNEAC, con el apoyo de la Dirección de Cultura y los Estudios Eusebio Delfín en la grabación del soundtrack, sigue la interacción del personaje de Durán con el pequeño Adriano Alonso, inteligente y simpático niño a quien con anterioridad a esta pieza ya la periodista Ismary Barcia había entrevistado en emotivo material exhibido en Perlavisión.

Su realizador abunda en la trama: “Un actor (Durán) que cae en una crisis existencial, empieza a perder la memoria desea retirarse de las tablas, y además padece de una enfermedad, va a tratarse, con sus reticencias, al balneario de Ciego Montero. Allí se encuentra con el niño que igualmente rechaza estar en ese lugar porque ha sido sacado de su medio, pero que debe permanecer allí para recibir el tipo de atención especializada que requiere. Lo que sigue en lo adelante no lo voy a contar, pues en realidad son muchísimas las personas que aún no han visto el telefilme, a las cuales no quiero revelar la historia”.

Jorge Luis destaca la fotografía de Erdwin Hernández Pérez de Alejo, quien es además el editor, al tiempo que pondera el altruismo de su team actoral entre quienes figura esa presencia recurrente dentro de su obra que es Maritza Gutiérrez y Anna Lois Pérez (dos veces bajo su batuta), entre otros intérpretes cienfuegueros.

A la par que evoluciona en la creación audiovisual, Urra Maqueira adelanta par de textos importantes sobre la historia del cine local y los actores en la pantalla nacional, de próxima aparición, sin olvidar sus labores pedagógicas, recuerda.

Aunque no es esta una persona que aflore extrovertidamente sus emociones, quienes lo conocemos estamos convencidos de que siente satisfacción por la calidad de su trabajo recién terminado, El viento en el estanque: a juicio de varias personas el material más depurado salido de sus manos hasta este momento.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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