El enigma del sonido de la orquesta Aragón

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En la actualidad es profusamente debatido por musicólogos, periodistas y otros investigadores, el tema de si en la orquesta Aragón, existe un sello, estilo o un sonido diferente al que suelen llamar  sonido Aragón o sonido Lay.

En entrevista realizada a Rafael Lay Bravo, director de la Orquesta, para definir tal polémica, hace alusión a algunos aspectos importantes, como son: la interpretación, los arreglos, las cuerdas, su espíritu sonero y  los boleros a dúos, introducidos por primera vez en este tipo de formato. Destaca el director un detalle de especial importancia por constituir uno de los sellos principales de la sonoridad de la orquesta: “La orquesta yo diría que tiene sonido cienfueguero”.[1]

En Cienfuegos existía un ambiente creativo e interpretativo muy particular en la etapa de formación y desarrollo de la orquesta Aragón, ello hizo que los músicos y agrupaciones musicales, de los más diversos formatos que fueron constituidos en la ciudad, tuvieran en su forma de tocar, de componer y de interpretar, características distintivas, una sonoridad diferente.

Según Florentino Morales, en el censo realizado en la ciudad en febrero de 1830, aparecen relacionados dos músicos: Sacramento Izquierdo y José Francisco Ramos. Ambos eran pardos libres. [2] Ello confirma que en fecha tan temprana ya en Cienfuegos se está dando una activa interrelación cultural y que son estos negros y mulatos criollos los que producen elementos de una cultura mezclada y propensa a nuevas combinaciones. Pocos años de haberse fundado la villa, se cuenta con academias de música, bandas, agrupaciones corales. Pero no es hasta bien avanzados los años 20 y 30  del pasado siglo XX, que el movimiento sonero va a cobrar su mayor auge con el florecimiento de aproximadamente 35 sextetos y septetos como La Hoja, La Caja de los Hierros, El Fígaro, Ron San Carlos, Los Criollitos, Cienfuegos Estany, Los Naranjos, este último aún activo en la ciudad.

El formato charanga mantenía también una fuerte presencia y era muy popular. Estas agrupaciones componían su repertorio fundamentalmente de danzones aunque también interpretaban valses y boleros. Entre las más conocidas estaban la Universal de Vives, la orquesta Revelación y, aunque por poco tiempo, la Rítmica del 39, antecedente directo de la Aragón. Un tercer formato orquestal era el de jazz band con percusión cubana. En Cienfuegos tres de las más famosas eran la Cienfuegos Jazz Band, de Periquín, la jazz band de Roberto Argudín y la de Manolo García.

Esta era una etapa de esplendor en la música cienfueguera. En cada festividad siempre tocaba un conjunto musical. La música constituía un componente social y cultural que atravesaba todos los límites para unir e identificar en los sentimientos y en la espiritualidad (en la medida que adquiría sonoridades y ritmos) a los cienfuegueros sin distinciones sociales ni raciales. Ella podía escucharse en un teatro, en un barrio, en el prado, en un parque o en una casa particular, en espacios públicos o privados. Uno de los espacios públicos más importantes para interpretar música en Cienfuegos lo constituía el Parque Villuendas, centro de confluencia de sonoridades. En cierta ocasión estuvo la Banda de los Exploradores dirigida por Manuel García.[3] Sin embargo la presencia de agrupaciones soneras y charangueras caracterizaba el lugar.

Si se estudia los orígenes y la tradición charangueras de Cienfuegos se puede comprender que este sea el formato orquestal de la Aragón. Si le incorporamos al análisis el auge sonero en la región en el momento en que surge la Orquesta y su relación con importantes intérpretes del género, se entienden sus influencias en las características musicales de la misma. Su captación de las sonoridades y ritmos de sextetos, septetos, conjuntos, charangas y jazz bands; la influencia del son en la rítmica orquestal; la estructura de charanga para danzones y boleros, todo ello, en estrecho contacto con los mejores ejecutores, compositores y orquestadores cienfuegueros triunfantes en La Habana, en México o en Nueva York, fueron fusionados en su propio sentido musical y orquestal. En ello está el secreto de su sonido cienfueguero, de su ritmo más soneado que el de las charangas habaneras y que constituye la esencia del sonido Lay.

*La autora es Doctora en Ciencias Históricas


[1] Alegna Jacomino Ruiz: Entrevista realizada a  Rafael Lay Bravo(director de la orquesta Aragón) el 10 de junio de 2013.

[2] Papelería inédita de Florentino Morales, Museo Histórico Provincial de Cienfuegos.

[3] Conciertos públicos, La Correspondencia, 21 de mayo de 1930, p. 4.

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Alegna Jacomino Ruiz

Doctora en Ciencias Históricas

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