Conservar la memoria histórica de la Covid-19

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Clara E. Soto Bermúdez*

Sorprendidos aún, nos inquieta este giro espontáneo que en solo meses ha dado el mundo. No es la última tecnología de la guerra o un ataque extraterrestre. El coronavirus se impone, sin más señales que la secuela de infectados o su imagen microscópica advirtiendo el peligro.

Grietas, y más que eso, fosas comunes. Así exponen los sistemas de alto consumo la improvisada solución. Momentos cruciales para la humanidad, golpeada no solo por este virus coronado, sino por la despreocupación de gobiernos que anteponen el interés económico y dejan a un lado el sufrimiento y la desesperación. Como si bastara con un toque mágico a los billetes para evitar el contagio.

Mientras, una isla cercada por bloques de extrema indolencia y crueldad, levanta sus esencias y las esparce. Humanismo. Altruismo. En tiempos de consagración, la profesionalidad del personal médico aquilatando la salud. Abraza así al mundo, y encara la amenaza sin otro armamento que la ciencia y el corazón.

Ya se habla de una estrategia para salvaguardar la memoria histórica de este momento. Como algunos medios anunciaron, un plan de acciones comenzará a aplicarse este mes con el propósito de conservar la memoria histórica sobre los cientos de medidas adoptadas desde principios de año por el grupo temporal de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus en Cuba.

Al referirnos a un asunto semejante, hablamos de la necesaria recopilación de toda la documentación gráfica o en cualquier otro soporte, que permita su protección para el futuro.

Impostergable es esta otra batalla para no dejar en el olvido la titánica labor de estos guerrilleros que permanecen frente al peligro.

Constituye, además, una forma de honrar y  donde la historia quedará aún más fortalecida. Para las generaciones venideras debe quedar no solo la memoria de estos tiempos épicos, sino el conocimiento, para no cometer errores.

Desde mi reflexión propondría también un monumento. En cualquier parte, porque en cualquier parte de esta Isla se ha luchado contra el coronavirus.

Un monumento a ellos, que lo merecen. Y para no olvidar, que es también necesario.

*Directora de la Oficina de monumentos y Sitios Históricos de Cienfuegos. Miembro de la Uneac.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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