Alma, corazón y música para todos

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Conversar con Yoni Alma es como sentirse un aprendiz de brujo; un brujo que nos enamora del conocimiento; no solo sobre la música electroacústica, que es su especialidad, sino también sobre el arte de la fotografía, la historia de Cienfuegos, las nuevas tecnologías e incluso, hasta de astronomía.

Sin embargo, es el sonido, las melodías que se entrelazan con relatos fantásticos, lo que actualmente le apasiona.

“Ahora lo que estoy haciendo es música con audiovisual, cuya función principal es la apoyatura escenográfica de lo que represento en escena. La utilización de pantallas, láseres, y otros efectos son los que le otorgan a estos espectáculos los resultados con un toque místico de alguna manera. De ese modo, el público puede ver hacia dónde va la sinfonía en vivo”, nos refiere el creador, quien es graduado de Dirección en Realización Audiovisual, miembro de la Asociación de Música de la Uneac y ganador de uno de los premios de composición del Festival de Música Electrónica de Bélgica.

Para lograr los efectos deseados en sus conciertos, Alma —como otros realizadores en este país— ha tenido que “hacer de tripas corazón” para acopiar una tecnología, que si bien no es de punta ni la que se aplica en el primer mundo, es la que le ha permitido crecer paso a paso.

“Principalmente uso el Cubase, ya que es un software que me permite explorar muchísimo; tener a mi alcance una enorme diversidad de combinaciones matemáticas, aun cuando a nivel global sea más empleada la plataforma Pro Tools. También tengo la suerte de tener la línea alemana completa de Steinberg, y eso nos da un equilibrio sonoro muy notable, lo cual es primordial”, explica.

Mientras hablamos, asegura que lo determinante en una presentación es la calidad y el contenido de lo que estás proponiendo sonoramente. Por tal razón, el Cubase Music Production Software resulta valioso a la hora de generar, a partir de un proceso matemático, la emulación de las melodías de múltiples instrumentos musicales que existen en la base de datos.

“Hoy día la calidad de la emulación es tal, que no se logra definir con facilidad cuándo se trata de un instrumento real y cuándo se trata de un sonido analógico.

“Ahora bien, el sistema genera lo que el productor sea capaz de proponer, de crear a partir de sus conocimientos sobre modulación. La tecnología es importante, pero por sí sola jamás generará armonía. Debemos conocer los compases, la rítmica, cuál es la dinámica de cada instrumento y la posición dentro de la mezcla”, asegura.

Este cienfueguero de los teclados posee hoy día un convenio con los cines de la provincia, y es en estos donde usualmente exhibe su trabajo. Dichos espacios —refiere— le permiten cierto intimismo, lográndose al fin y al cabo la confraternización con la gente; que puedan subir al escenario y compartir sus propias versiones de las historias y mitos.

“Concibo tres movimientos dentro de los conciertos. En primer lugar las leyendas cienfuegueras, la Interacción, y por último, Electronic Music Light, porque también tengo la fortuna de que se acercan no solo jóvenes y adolescentes, sino hasta personas de avanzada edad.

“Otro elemento que dejo claro en mis conciertos es que no reflejo la leyenda tal y como está escrita en la literatura. Más bien me apropio de ella y la adapto para que el final de una sea el comienzo de otra, y en definitiva, el conglomerado constituya una gran historia encadenada”, destaca el autor de esas partituras electroacústicas que resultan en materiales que exhiben respeto y originalidad para cada una de las fábulas.

Al rememorar el periodo de la pandemia de la COVID-19, nos comenta que “se convirtió para mí en una auto preocupación personal por seguir creciendo, mediante el estudio, las búsquedas y la ampliación del audio, ya que me interesa extender la asistencia a plazas abiertas.”

El artista manifiesta que hoy tiene los elementos para acoplarse y presentar su música en asentamientos distantes de Cienfuegos como La Sierrita, Cartagena, las localidades de Abreus, etc., comunidades intrincadas, que son las que más le interesan.

“Para ello solo requeriría de la transportación, que es vital, además del apoyo de los directivos del sector de la Cultura en los municipios para efectuar conciertos en espacios de recreo”, estima.

¡Y qué provechoso sería para esos habitantes —y para todos nosotros— disfrutar una vez más, por ejemplo, de los temas en vivo de la producción discográfica titulada Más leyendas para mi ciudad, de 2019, tejido poco a poco como consecuencia de sus desvelos y el interés por continuar compilando tradiciones orales, cual lenguaje mágico de las zonas campestres!

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