Cienfuegos contra el delito

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Acerca de las colas, coleros y revendedores pudiera escribirse una enciclopedia en varios tomos, mas no es esa la intención de este reportaje.

Ni tan nuevo ni tan desconocido es el tema, y como he apuntado en otros materiales periodísticos, bastante tiempo lleva ya entre los cubanos; solo que en tiempos de estrecheces económicas, no pocos hacen de las colas y las reventas de productos un “trabajo” bien lucrativo.

¿Qué se ha identificado el fenómeno? ¡Es cierto! ¿Qué se han implementado acciones que por momentos ponen a raya a los revendedores y coleros? ¡También! Pero la realidad nos dice a gritos que no todo lo hecho ha tenido el “fijador” suficiente y ahí continúan pululando para provocar malestar y agonías a buena parte del pueblo.

“Las autoridades conocen a las personas que se dedican hacer colas y vender los números; siempre son los mismos y las medidas son insignificantes, es mejor hacer cola que trabajar, ¿qué harán las autoridades ante esto?, inquiere uno de nuestros lectores.

¿Por qué si todo está escrito y establecido todo el mundo hace lo que quiere? Indaga  otro y a ambos les asiste la razón, toda vez que continúan a la vista quienes siguen lucrando con la necesidad de sus congéneres.

Es imprescindible el accionar. Los tiempos difíciles ameritan nuevas formas”, nos deja saber una internauta desde la red social Facebook.

Sería injusto no aludir a las acciones que en tal sentido se han materializado en Cienfuegos; sin embargo,  siempre estará acompañado de la necesaria inconformidad hasta tanto se extinga tan indeseada manifestación. Tiene la palabra, Florentino Pérez Valladeres, al frente del equipo de supervisión provincial: “No ha dejado de accionarse, pero no es menos cierto que la población continúa manifestando, por diferentes vías, inconformidades referidas ala presencia de coleros, acaparadores y revendedores; a la falta de organización en el expendio de los renglones de mayor demanda e incluso a la implicación de algunas personas que deben garantizar el orden  (grupos de apoyo) en conductas inadecuadas.

“Al cierre de octubre, por ejemplo, se han detectado por los órganos competentes nueve coleros, cuatro revendedores, 25 acaparadores; además de puntos de ventas ilegales. También resultó desactivada una casa de almacén”, amplía el funcionario.

UNA ENCRUCIJADA PELIGROSA

Nos debatimos entre la imperiosa necesidad de obtener algún bien material que nos es necesario o rechazar las “ofertas” de quienes disponen de todo el tiempo posible para adquirir cuanta cosa “saquen” en las tiendas y/o establecimientos sean del tipo que sean; o bien se hacen de la mercancía mediante la actividad económica ilícita.

“Cómo componer una merienda escolar cada día si se hace tan difícil poder adquirir productos como pan o algo que ponerle dentro y también refresco”, arguye una madre cienfueguera, cuyo pequeño cursa la enseñanza primaria y debe garantizar el refrigerio a diario. “A veces es tremendo el gasto, pero no me queda de otra; cuando venden ‘algo’ se me dificulta, porque trabajo y termino cayendo en manos de quienes acceden a casi todo”.

No menos preocupado ofrece sus criterios un adulto mayor, pero todavía firme en su andar y activo socialmente: “No es que no hagan la cola; es precisamente que hacen de eso un negocio. Están en cualquier parte: en el punto de gas y la panadería o en cualquier otro sitio donde vendan algo a lo que le puedan sacer ganancias. A veces son sutiles, pero la mayoría de las ocasiones se les ve a las clara. Hay que ponerle más energías a lo que se hace”.

Un reciente análisis de las principales problemáticas que están presentes en la región perslasureña en lo que a delitos, indisciplinas y corrupción se refiere es precisamente, “el mercado informal de productos y mercancías de alta demanda en viviendas, espacios públicos y venta de garaje; así como la reventa de productos por las redes sociales, tales como alimentos, industriales y medicamentos, sobre todo en municipios como Cienfuegos, Cruces y Cumanayagua”, explicó durante la presentación del plan establecido en la provincia Fara Iglesias González, coordinadora de programas y objetivos.

¿Cómo actuar de manera contundente, efectiva para evitar que una y otra vez prolifere tan desagradable práctica?

“Es importante mantener las modelaciones y operativos al interior delas tiendas, los centros comerciales, farmacias, puntos de venta de gas licuado, entre otros objetivos, para seguir neutralizando el accionar de coleros y revendedores”, abunda Iglesias González.

No caben dudas de que el quehacer mancomunado es clave para resultados concretos; sin embargo, la responsabilidad de cada una de las administraciones es irrenunciable; tal y como lo ha reiterado Alexandre Corona Quintero, gobernador de Cienfuegos.

“Es clara la responsabilidad de las administraciones en el combate a los coleros, pues se saben quiénes son. La población expresa, no sin razón, que a las tiendas entran los mismos siempre y por tanto debe actuarse de manera enérgica y dar una respuesta concreta. Se trata de que cada quien cumpla con lo que le corresponde”, puntualiza.

“Lo que no podemos permitir es que quienes no trabajan, no aportan y están en la ilegalidad, ganen más y tengan más posibilidades para vivir que los que realmente aportan; ahí estamos al revés, estamos rompiendo los conceptos del socialismo”, expresó el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la reunión del Consejo de Ministros efectuada en el mes de octubre.

Bien claro nos queda el mensaje: ¡Que no falte la energía para enfrentar a coleros, revendedores y acaparadores!

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