A los 130 años del movimiento de la columna invasora de Gómez y Maceo hacia el ingenio El Indio
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La concentración de grandes contingentes militares españoles en el área sur oriental de la provincia de Matanzas, delimitado por el río Hanábana, la Ciénaga de Zapata y la rica comarca azucarera de Colón, para impedir el avance de la columna invasora encabezadas por Máximo Gómez y Antonio Maceo provocaron diversos enfrentamientos armados. Ambos jefes cubanos comenzaron a operar en columnas separadas al arribar a territorio matancero, según el oficial mambí Enrique Loynaz, “la porción mayor siguió al general Maceo y la otra, con el general Serafín Sánchez, acompañó al General en Jefe”… numerosos fueron las acciones militares desarrolladas para confundir a los colonialistas españoles por los contingentes de Gómez y Maceo. Los incendios marcan la ruta de los insurrectos.
A los pocos días vuelven a reunir sus tropas Gómez y Maceo. Juntos atacan el pueblo de Coliseo en el mediodía del 23 de diciembre de 1895. Después de tomar el lugar rechazan el ataque de más de 2000 soldados de infantería, caballería y artillería bajo el mando del Capitán General Arsenio Martínez Campos. Luego, los insurrectos se retiraron ordenadamente al campamento de Las Flores en las colinas de Sumidero. En esas circunstancias, Gómez y Maceo decidieron iniciar una maniobra de retroceso para eludir las tropas colonialistas concentradas en la zona bajo el mando de los generales Suárez Valdés, Aldecoa, Prats, Luque y Molina.
El 24 de diciembre la columna invasora marcho rápidamente en dirección sur hacia la Ciénaga de Zapata. Muy temprano cruzan la línea ferroviaria de Sabanilla a Jagüey Grande y mas tarde acampan en la finca Crimea. Aquí se decide enviar los numerosos heridos a los hospitales existentes en el interior de la Ciénaga. Después las tropas invasoras continúan el rápido desplazamiento hacia el Este El 26 arriban a las márgenes del limítrofe río Hanabana en las cercanías del caserío Caimito. Entonces rechazan algunas patrullas españolas. Finalmente acampan esa noche en “Sabanetón, en el camino costanero de la Ciénaga”. Apenas repuesto de la larga marcha del día anterior, emprenden camino con las primeras luces del 27 de diciembre. Recorren 5 leguas los insurrectos de Gómez y Maceo para llegar al ingenio Indio, en las inmediaciones del guarnecido pueblo de Aguada de Pasajeros.
La maniobra militar de los máximos líderes del Ejército Libertador concitó la atención de los colonialistas españoles desplegados en la parte suroccidental de la jurisdicción de Cienfuegos. El general Luque enviaba telegrama al Capitán General Martínez Campos fechado el propio 27 en Yaguaramas anunciando que “Máximo Gómez y Antonio Maceo han pasado entre Jagüey; Chico y Aguada voy a media jornada de distancia; es probable se dirijan hacia Medidas o Congojas”. También el Jefe del Batallón Barcelona comunicaba desde Yaguaramas, este día sobre los Jefes insurrectos de la Invasión que “unidos han pasado Hanabana por Cayo Espino y llevan rumbo a Medidas…”.
Sin pérdida de tiempo, el general Luque con sus fuerzas avanzó hasta Jagüey Chico donde pernoctó el día 27. La columna española del teniente coronel Pereira acampo ese mismo día en Caimito del Hanábana, mientras el Coronel Jefe de Operaciones de Colón llegaba a Amarillas. El 28 de diciembre este último Jefe, con los soldados llegados de Colón, avanzó hacia Cayo Espino; el general Luque, a su vez, se movió a Aguada de Pasajeros y el teniente coronel Pereira marchó a Cocodrilo. Por otra parte, las fuerzas del general Cornell arribaban Rodas para apoyar la persecución en tierras cienfuegueras de los Invasores.
Cuando en la mañana del día 28 de diciembre Gómez y Maceo abandonaron el ingenio Indio, las órdenes del alto mando español llevaron al general Cornel hacia Abreus y el ingenio Constancia; al teniente coronel Pereira a situarse en Real Campiña y al general Luque a avanzar desde Aguada de Pasajeros hacia el Indio. La estrategia de Gómez y Maceo volvió a colocar a numerosas fuerzas españolas en sus espaldas, “empujándolos” por la retaguardia, sin causarle daños significativos a la Columna Invasora. El rápido avance permitió cruzar sin contratiempos el rio Hanabana y adentrase en territorio matancero. Desde este momento, el avance de la columna invasora en dirección a Occidente seria indetenible y en muy pocos días entrarían en la provincia de la Habana.
* Historiador. Miembro Correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba.
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