Elefantes inician con paso lento

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Cuando los Elefantes de Cienfuegos comenzaron con victoria frente al emblemático Industriales en el debut de ambas novenas en la actual Serie Nacional de Béisbol, todos coincidimos en que la imagen de los paquidermos cambiaría respecto a las versiones precedentes, en las cuales se han convertido en habituales huéspedes de los lugares sotaneros.

Pero luego de ese triunfo inaugural vinieron cuatro derrotas en línea, y ya la lluvia de detractores ha caído sobre el plantel que dirige el debutante Yoandri Moya, y precisamente tomaremos esa subserie ante los Leones de la capital como botón de muestra para presagiar el posible desempeño futuro de los nuestros.

En honor a la verdad, hay que reconocer en primer orden lo que para nadie es un secreto: Cienfuegos encara la competencia con un equipo donde abundan las caras nuevas, y que depende sobremanera de sus escasas figuras experimentadas, esas que tienen, sí o sí, que echarse el conjunto sobre sus espaldas, pues solo con motivación y deseos de jugar (elementos que se apreciaron sobre la grama del Latinoamericano) no se ganan partidos.

El mánager cienfueguero movió sus cartas de las mil y una maneras, tratando de encontrar una alineación estable, y un total de 16 jugadores de posición tuvieron oportunidades, sobre todo en el rol de bateador designado, por el cual pasaron tres en apenas cinco desafíos.

Pero al menos en el inicio las cosas no salieron nada bien, pues con una ofensiva que bateó 225 de average y un pitcheo con promedio de limpias de 8,55 es bastante complejo aspirar a las victorias.

El jovencito Erick Avecedo lució bien en el debut.
El jovencito Erick Avecedo lució bien en el debut.

Desde el cajón de bateo, los Elefantes conectaron 36 hits en 160 comparecencias, con cinco dobles, par de triples y un solitario vuelacercas, salido del madero de Luis Vicente Mateo. Anotaron 18 carreras (3,6 anotaciones por juego son verdaderamente insuficientes), recibieron 17 boletos y fueron los que más se poncharon en el debut, con la friolera de 47 estrucados. Algo que gustó fueron las tres bases robadas en ese mismo número de intentos, táctica de utilizar la velocidad en función de la ofensiva que no pudo ser más utilizada, teniendo en cuenta marcadores y situaciones de los compromisos.

Individualmente Mateo lo hizo para 333, con seis imparables en 18 turnos, tres impulsadas y dos anotadas. Ese mismo promedio exhibió Jorge Zúñiga, también con seis indiscutibles, dos de ellos dobletes y tres compañeros traídos pata el plato.

El otro por encima de la barrera de los 300 fue José Manuel Oramas (313, 5 en 16, 2 dobles, 2 CI y 1 CA.

Excelentes engarces regaló Félix Rodríguez en la pradera central.
Excelentes engarces regaló Félix Rodríguez en la pradera central.

Quedaron por debajo hombres esenciales de la alineación, como Erisbel Arruebarrueba y Félix Rodríguez. El Grillo, que ha reconocido no estar en su forma óptima, produjo para 263, con cinco hits en 19 veces, mientras Félix comenzó de lágrimas, con un anémico 143, producto de solo tres metrallazos en un total de 21 visitas al home play.

El jovencito Erick Avecedo lució bien en el debut.
El jovencito Erick Avecedo lució bien en el debut.

Si a ello sumamos que Richel López, máscara titular y hombre clave, se lesionó desde el día inaugural, imaginemos el dolor de cabeza del alto mando sureño.

La lesión del máscara Richel López afectó en el inicio del certamen.
La lesión del máscara Richel López afectó en el inicio del certamen.

En cuento al staff de pitcheo, que llegó a la capital con las ausencias claves de Raykol Suárez y Hermes González, los números tampoco fueron halagüeños, y llamó la atención la poca velocidad de varios de los serpentineros, aunque también hubo casos dignos de elogio, como la actuación del recuperado Kevin Hernández.

A nuestros lanzadores, los Leones los castigaron con un promedio de 13,27 hits por cada nueve entradas, válidos para fabricar 39 carreras y exhibir average de 347. De los bates azules salieron 17 dobles y seis jonrones. Si agregamos 25 boletos (5,63 por juego, demasiados en verdad), entenderemos que la misión se convierte en casi imposible. El promedio de limpias de los paquidermos fue de 8,55, con 19 ponches.

Quedaría la defensa, la cual evaluamos de buena, pues cometió cuatro errores para un aceptable 976 en este inicio, a la vez que regaló excelentes engarces en el Coloso del Cerro.

Del resto, destacar que, a excepción del último choque, Cienfuegos luchó a brazo partido durante toda la subserie, ante un rival que los aventaja y por mucho. En tres de los cinco partidos salieron delante, aunque luego el pitcheo no supo mantener esas ventajas. Hubo remontadas, alegría, compromiso y hasta regaños entre unos y otros, en el afán de hacer las cosas bien.

Esto recién comienza, y confiamos en que la actual manada pueda conseguir su objetivo, el de mostrar un rostro más competitivo y regalar a sus seguidores las mejores emociones. Nos vemos en el estadio, y hoy les regalo postales de ese primer compromiso particular frente a la tropa que dirige Guillermo Carmona.

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Carlos E. Chaviano Hernández

Periodista y Director de programas de televisión.

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