30 años después seguimos aquí (+Video)
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No fue la primera situación de ese tipo, ni sería la última. Lo bien cierto es que lo ocurrido hace 30 años, el 5 de agosto de 1994, en el Malecón de La Habana, no fue un hecho fortuito ni obra de la casualidad.
Intentaron subvertir el orden de un país, sumido en un período especial signado por restricciones de todo tipo, y toparon con la dignidad de un pueblo, cuyo principal líder, el eterno Comandante en Jefe, Fidel castro Ruz, no dudó en acudir al lugar de los hechos. Su sola presencia fue suficiente para disuadir a los perturbadores.
Podría parecer un hecho lejano en el tiempo, habida cuenta que han transcurrido tres décadas, mas olvidar no es opción cuando el imperio norteamericano continúa afanosamente en su empeño de anexarnos como una estrella más en el firmamento de sus apetencias.
En aquel entonces, los lacayos del Tío Sam no pudieron con la imbatible moral de Fidel y la decidida voluntad del pueblo que, enseguida, al saber de la presencia de su líder decidió acompañarlo para detener tal estado de cosas. Fueron uno Fidel y el pueblo; el pueblo y Fidel, confirmando así que cuando la justicia nos asiste no hay conjura que pueda contra la razón y la verdad.
A diferencia de las prácticas habituales ante disímiles manifestaciones en diversos puntos del planeta, aquella jornada del viernes 5 de agosto de 1994 no se disparó un solo tiro; el Comandante en Jefe así lo había indicado firmemente.
30 años de los sucesos del Malecón habanero, 30 años de que pretendieron subvertir el orden del país. Han pasado tres décadas y el imperio repite su receta, recibiendo más de la dignidad y decisión inequívoca de que continuamos adelante y seguimos aquí.
Valga compartir lo expresado por el líder eterno de la Revolución, el 5 de agosto de 1995: “Todos los años tendremos el deber de recordar la gran victoria del 5 de agosto de 1994 en que el pueblo aplastó la contrarrevolución sin disparar un tiro, porque dice mucho esta fecha, enseña mucho y alienta mucho.”
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