Maritza Arribas: la dama del primer tablero cubano

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Como era de suponer, la medalla de plata del Gran Maestro Leinier Domínguez en la reciente Olimpiada Mundial de Ajedrez robó el protagónico cubano en la cita de Bakú. Sin embargo, la actuación de las féminas también merece el reconocimiento, y sobre todo su figura líder, la Gran Maestra Maritza Arribas.

Las damas terminaron en el lugar 18, con siete topes ganados, uno empatado y tres perdidos. Maritza fue la mejor, por mucho, al concluir invicta (tres victorias y siete tablas) con seis unidades y media y otros 19,2 puntos a su ELO.

“Quedamos en un empate entre los puestos del 10 al 18 y nos tocó el último porque teníamos un desempate muy malo, explica la santiaguera devenida sureña hace muchos años. No fue un desenlace malo: estamos ‘rankeadas’ más o menos por ahí”.

¿Cuál era el pronóstico para la Olimpiada?

“Mejorar el lugar de la edición anterior y lo hicimos; tampoco podemos compararlo con aquel cuarto lugar histórico. Era muy difícil; cambiamos el equipo completo, faltaban varias figuras y nos lo sentimos. Por eso considero que las muchachas lo hicieron bien, mis aplausos para ellas.

“Además, solo para llegar a Bakú necesitamos tres días y nos chocó mucho. El cansancio era considerable y no nos recuperamos hasta el octavo o noveno día, cuando nos adaptamos a las ocho horas de diferencia. Quizá no lo parezca, pero resulta muy agotador”.

Amén de la experiencia y probada competitividad en lides de este nivel, ¿te presiona ser siempre la favorita, la primera figura?

“Me tocó hacer de guía, de primer tablero y estaba un poco presionada:de como yo saliera, dependía el equipo. Debía halarlas, y creo que por lo menos ayudé. Trato de no pensar en favoritismos; por supuesto, siempre sale cuando te enfrentas a rivales con menos nivel. Eso me ayudó en la Olimpiada: cuando las oponentes me superaban, jugué bien; en cambio, cuando estaban por debajo, tuve las partidas más flojas. Me gusta ganar, siempre, luchar todas las partidas. Increíblemente en la Olimpiada hice muchas tablas: se dio la posición y no pude hacer más”.

¿Qué otros compromisos te quedan durante el resto del año?

“Esperaba por el Mundial en octubre. Yanet (Marrero) y yo estamos clasificadas por Cuba, pero lo suspendieron por cuestiones de patrocinio. Tengo también el “Carlos Torres” en diciembre, en México; es un open bastante fuerte y ya he participado en otras ocasiones”.

Con todas las eventualidades antes mencionadas, ¿cómo ves el relevo en el ajedrez femenino cubano?

“Está un poco complicado ahora, como yo lo veo… Algunas de las principales figuras se han ido, tomaron otro camino…También están los problemas tecnológicos: el ajedrez necesita de Internet y no lo tenemos; los programas se bajan de Internet, se compite por Internet…Por otra parte, está nuestra situación geográfica, lejos de Europa, donde se celebran la mayoría de los torneos, al menos los más fuertes… Todo eso atenta contra nosotras y es muy difícil suplir una cosa por otra”.

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Darilys Reyes Sánchez

Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en 2009

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