Fuerzas del Minint devuelven bienes robados a pobladores de Aguada
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Durante varios días Clarisa Ramos, jubilada y residente en el consejo popular Perseverancia, en Aguada de Pasajeros, debió ausentarse de su vivienda. Cuando retornó, un gran problema se le había venido encima: le habían robado numerosos bienes, entre ellos varios de notable valor. El suceso la dejó abatida y preocupada, en las noches hasta le parecía sentir ruidos extraños en el patio de la casa.
Relativamente cerca, en el propio consejo popular, el matrimonio de Sol Juan García Hernández y su esposa también sufrieron la afectación de un hecho similar, con la condición adicional de que él se encontraba recién operado y el impacto le afectó en cierta medida hasta la recuperación.
Algunas semanas después, ambas viviendas volvieron a ser “acechadas”, pero esta vez por los oficiales de varias líneas del Ministerio del Interior que investigaron los casos, atraparon a los autores y recuperaron los objetos.
Les acompañó hasta esos lugares de la campiña aguadense el general de brigada Oscar Alejandro Callejas Valcarse, miembro del Comité Central del Partido y diputado a la Asamblea Nacional por este municipio cienfueguero, quien se encontraba en un recorrido de trabajo. También junto a ellos, las principales autoridades del municipio y los vecinos de ambos barrios.
Mientras las víctimas recibían de vuelta lo que en algún momento creyeron perdido para siempre, el jefe de la Policía Nacional Revolucionaria en Aguada, capitán Yoenis Hernández Casanova, resaltó la singularidad de estos hechos delictivos– robo con fuerza y hurto- en dicho consejo popular, el cual se caracteriza por la baja incidencia de tales tipicidades. Igualmente alertó sobre la peligrosidad que implican y llamó a reforzar la vigilancia colectiva a individual, en aras de minimizar las condiciones favorables para que individuos antisociales cometan estos actos.
Hasta el batey La Rosita, perteneciente al Consejo Popular Campiña, llegó luego la misma comitiva, donde una familia campesina aguardaba agradecida. Apenas cinco días antes, su muchacho -el joven José Andy Chamizo, de 17 años- había vendido su motorina a una persona desconocida, que contactó a través de las redes sociales.
Tras encontrarse para el canje, de noche, en la Terminal de ómnibus municipal y con el rostro casi totalmente oculto, el comprador le entrego los 1600 dólares convenidos. Sin embargo, al llegar a casa, fue su mamá quien se percató en una ojeada de la falsedad de los billetes.
Con rapidez el peligroso hecho fue denunciado y en menos de 24 horas las autoridades del Ministerio del Interior determinaron la identidad de los implicados y recuperaron el ciclomotor eléctrico. El acontecimiento, que pudo haber terminado de un modo mucho más grave, dejó una enseñanza al adolescente, sus padres, otros familiares y vecinos.
Los tres casos fueron esclarecidos por oficiales jóvenes pertenecientes a varias especialidades del Ministerio del Interior, entre ellos la mayor Yadira Gámez Leiva, instructora penal y los primeros suboficiales Edael Fonseca Pérez y Yosmany González Alonso, jefe de sector y oficial operativo del Departamento Técnico de Investigaciones, respectivamente.
Para ellos, el enfrentamiento al delito y la preservación de la tranquilidad del pueblo resultan mucho más que un trabajo. Son orgullo y deber; sacrificio, alegría y responsabilidad; esta vez concretados en la seguridad, la paz y el agradecimiento de Clarisa, Sol Juan y José Andy.
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