¿Empresa socialista, empresa privada, mipyme en Cuba?

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El carácter heterogéneo de la economía y su sistema empresarial en el complejo proceso de la construcción del socialismo se reconoce por los clásicos del marxismo leninismo, estudiosos y especialistas del tema. Cuba no está ajena a estas realidades, de ahí la presencia de diversos sistemas empresariales, entre otros el socialista- incluye el estatal y cooperativo (tradicional y de nuevo tipo)-; el sistema empresarial privado- nacional, extranjero, mixto; y el sistema empresarial de la pequeña producción mercantil- presente en la Micro, pequeña y mediana empresa-, los trabajadores por cuenta propia, y pequeños productores de bienes y servicios. La presencia de estas complejidades en Cuba recuerdan lo que expresara Fidel Castro Ruz el 1ro de mayo del año 2000, “Revolución es sentido del momento histórico” afirmación que guía a Cuba a la distancia de 25 años de proclamado en su Concepto de Revolución.

Para el funcionamiento eficiente del sistema empresarial se requiere lograr tal conjunción de intereses, que tributen a la solución de las complejidades y problemas económicos que sufre Cuba hoy- como consecuencia del prolongado y doloroso parto que significa transformar la vieja sociedad, las condiciones de subdesarrollo, y avanzar hacia una sociedad nueva, próspera para todos sus miembros. Se trata de alcanzar metas compartidas para el avance del país, con independencia de las formas específicas de actuación.

En correspondencia con la respuesta a la interrogante planteada, en la búsqueda de soluciones a contradictorios procesos se mueve el tejido empresarial cubano. A tales empeños se han interpuesto obstáculos como los innegables efectos negativos del bloqueo económico, comercial y financiero que sufre el país, que producen desequilibrios en los sectores socioeconómicos, impiden el florecimiento del sector empresarial privado con capitales extranjeros, a la vez que afectan a la familia cubana. Aún cercano en el tiempo y sin minimizarlas se mantienen las enormes afectaciones al sistema empresarial y a la dinámica laboral que provocó la pandemia de la Covid-19.

De ahí que el perfeccionar la empresa, el sistema empresarial, con su heterogeneidad, la estrategia y la política económica y los mecanismos económicos, tienen como fines otras acciones para que puedan coronarse con éxito y rendir lo que el país necesita.

Por consiguiente se necesita una visión integral de los actores económicos en los que pueden observarse requerimientos como:

Continuar la socialización socialista en el sentido de hacer más eficiente a la empresa y la propiedad socialista: estatal y cooperativa, la que cuenta con enormes potencialidades si se emplean de manera adecuada los mecanismos económicos, lo que incluye evitar su absolutización, y no descuidar conjugarlos con resortes políticos morales, para asegurar el desarrollo de las fuerzas productivas y satisfacer necesidades racionales crecientes en una sociedad con nuevos valores y principios.

Rescatar la disciplina laboral y social, y desarrollar el control y la contabilidad populares; Socialización gradual del sector de propiedad no socialista mediante procesos que lidere el estado- que se verifique en lo fundamental con métodos económicos y políticos de manera selectiva; no significa limitación excesiva de la propiedad privada reconocida en tanto aporte a la eficiencia, la productividad, el progreso científico técnico autóctono, en fin al desarrollo de las fuerzas productivas.

Atender las características y evolución de los actores económicos y la conveniencia social de integración y encadenamientos productivos, hasta alcanzar su materialización en la práctica económica. Se trata de un proceso evolutivo que no requiere fecha ni plazo, que atienda las características ramales y territoriales con un trabajo político ideológico que contemple:

Ejemplaridad, ética profesional y moral de los directivos; el instrumento de realización económica de la propiedad que potencie el efecto directo de la estimulación material y su componente social y moral del trabajador como reconocimiento de su desempeño individual o colectivo; el desarrollo de servicios que implique portadores materiales y económicos más dinámicos como la informática la electrónica las comunicaciones; mejores condiciones de trabajo y cultura económica. Todo ello favorece el sentido socialista de pertenencia; aplicación creciente en la producción y los servicios de técnicas y tecnologías modernas por vía de la inversión extranjera directa o por canales propios para lograr la eficiencia y alto rendimiento industrial y agropecuario.

Otro elemento de análisis es el contenido material y socioeconómico de las empresas:

El desarrollo de capital humano como parte esencial de la revolución en la esfera de la educación y en la ciencia con el objetivo de resolver problemas concretos de la recuperación; Se necesita una educación económica de los trabajadores y sus relevos orientada a la creación de una cultura necesaria en la apropiación de los medios de producción más modernos y complejos que demandan conocimientos y competencias profesionales, así como el alcance de la conciencia económica de productores y copropietarios de los medios de producción la socialización de estos la conformación, desarrollo de la legalidad socialista que acompañe y robustezca los conceptos y actitudes anteriores como coordinación y ajuste de las políticas macroeconómicas monetarias, fiscales y comerciales.

El desarrollo económico es un proceso del mayor alcance y resulta imprescindible asimilar las técnicas especiales consustanciales al perfeccionamiento de la empresa y de los actores económicos en general: Elevar el nivel y calidad de vida de los trabajadores y del pueblo; garantizar consolidación de la cultura organizacional como requisito para alcanzar el sentido social a que pertenece cada colectivo laboral;  en los encadenamientos productivos y la unidad que genere beneficios para los colectivos laborales yace la eficiencia económico y social.

En Cuba se precisa del cumplimiento del objetivo final de la producción social socialista y premisa fundamental para la construcción del socialismo. Estas son algunas de las cuestiones que el Partido y el Estado cubanos- como fuerzas dirigentes del sistema empresarial y de la sociedad- tienen en cuenta y a los cuales deberá prestar atención permanente para transformar la actual realidad pues se trata de grandes problemáticas que podrían decidir el futuro de la sociedad socialista a la que se aspira y sus ritmos para alcanzarlo.

En colaboración con: MSc. Carlos Miguel Valdés Albor y la Dr. C. Candelaria Rosa Álvarez González

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