Las desconexiones del pago electrónico
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Desconcierto sería, quizás, la palabra que mejor describa el sentimiento de los clientes cuando ven frustrados sus intentos de usar los canales de pago electrónicos en determinados establecimientos. Aunque constituye una arista importante dentro del proceso de bancarización que se lleva a cabo en el país, dicha opción no parece estar al alcance de un click, como esperábamos muchos y, por lo tanto, quejas e inconformidades pululan en no pocos lugares.
La Resoluciones 111/2023 del Banco Central de Cuba establece la igualdad de condiciones para los actores económicos estatales y privados con respecto a su participación en el citado proceso, encaminado a disminuir la manipulación del dinero físico y a posibilitar los beneficios de las operaciones electrónicas.
También desde el día 2 de febrero del año en curso, y al amparo de la Resolución 93/2023 del Ministerio de Comercio Interior, todos los actores económicos que realicen una actividad comercial están obligados a garantizar el acceso a los canales de pago electrónico mediante las pasarelas de pago Transfermóvil o EnZona, o a través de Terminales de Punto de Venta, conocidos como POS, por sus siglas en inglés.
Sin embargo, de la ley escrita a los hechos de la cotidianeidad queda un largo camino por recorrer en el sector privado, de manera principal. No son pocas las personas que han debido pasar de largo y dejar de adquirir bienes y servicios que necesitaban por la negativa de dependientes o titulares de los negocios, de permitirles pagar desde sus tarjetas magnéticas al ofrecerles como única vía el uso del efectivo.
Pagar mediante el código QR, opción atractiva por los beneficios que conlleva, es cuestión de quimeras en la inmensa mayoría de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) dedicadas a comercializar productos. Ya sabemos que algunos titulares, dados a evadir las responsabilidades con el Fisco, soslayan dicha modalidad, pues requiere ingresar de manera directa a sus cuentas corrientes los pagos que reciba por esta vía y así queda mayor constancia de sus verdaderos ingresos.
En el mejor de los casos, aceptan solamente transferencias y casi siempre a cuentas personales y no a la bancaria fiscal, como establece la Norma. ¿Justificaciones? Desde las más pueriles e insólitas como que “se les deterioró el QR” o aquellas que alegan “problemas luego con el Banco”.
Problemas, y serios, tenemos, sí, quienes en momentos bien puntuales no contamos con cash suficiente, debido a las dificultades para adquirirlo, y, al mismo tiempo, nos conculcan el derecho legítimo de hacer uso de otras vías de pago.
“Hace unas semanas quise comprar diez libras de carne de cerdo, a 630.00 CUP. Fui a una casilla donde venden casi de manera permanente. No me alcanzaba el efectivo y pregunté si podía pagar con la tarjeta magnética. El dependiente me dijo, apenado, que no, no lo tenía permitido, e incluso le había dado la misma respuesta a otros clientes”, comentó una ciudadana residente en el municipio de Lajas.
Similar vivencia refirió otra persona: luego de varios intentos fallidos por adquirir un pomo de aceite mediante el uso de los canales electrónicos (después de la compra de algunos productos agropecuarios no tenía suficiente dinero físico), se vio obligada, también por temor a recibir la misma negativa en otras Mipymes, a comprarlo a un precio comparativamente superior en una unidad de las que opera en Moneda Libremente Convertible.
Ante semejante desconexión entre lo establecido y lo que se acata aparece la interrogante. Si están llamados a realizar con periodicidad los depósitos de efectivo en el Banco y ello contribuye a la circulación monetaria; si deben realizar el pago del salario a sus trabajadores mediante tarjetas; si ellos mismos pueden usar la vía digital para liquidar las facturas eléctrica, telefónica, del agua, o para comprar en puntos de venta de gas, bodegas y farmacias, ¿por qué la reticencia de algunos actores económicos al uso de los canales de pago electrónicos, aun cuando es de obligatorio cumplimiento, so pena de que se les suspenda la actividad?
A fin de cuentas, habitamos un mismo país y somos tocados por iguales dificultades. Poner zancadillas no librará a nadie de un proceso que echó a andar y abarca a la sociedad toda. El dinero plástico es dinero y hacer uso de él, más que una opción, es hoy una necesidad.
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Es muy difícil hacer uso de los canales de pago en Cienfuegos y no entiendo por qué. En otras provincias como La Habana y Santa Clara es mucho más factible pagar por código QR. ¿ Ppr qué? Como bien dices es el mismo paìs. Si a ello le sumas que en los bancos nada más dan 2 mil CUP, en algunos, y 1 000 por caja extta… cómo compro lo que necesito y en una sola compra ya consumo lo extraído y nadie acepta pago electrónico.
En las cuevitas de la calle castillo no están aceptando pagar por las tarjetas magnéticas.
Concuerdo plenamente con la opinión de mi colega. Hay muchas “islas” en este asunto de la bancarización desde que comenzó a aplicarse. Hoy, muchos establecimientos (dígase el mercado que está frente al restaurante El Mandarían), que expenden productos necesarios para la cocina, obligan a los clientes a usar la plataforma EnZona para poder comprar, aun cuando la inmensa mayoría de los usuarios emplea para ello Transfermóvil, que es más dinámico y ágil.
Colocar y habilitar EnZona en los teléfonos celulares es un proceso engorroso que muchos clientes no hacen, en gran medida por la falta de ayuda e información en los propios bancos donde se ofrecen las tarjetas. Es vital que en dichos establecimientos, tanto Bandec como en BPA, este proceso sea explicado siempre a los usuarios.
Ademas súmele que en ese establecimiento que su nombre es Ciudad- Prado SRL. en el lugar establecido dentro de dicho local para el pago electrónico productos como el pollo por ejemplo es muy difícil adquirirlo ya que esa parte no se abastece como por el otro mostrador cosa que sucedió el sábado donde varias personas esperaban por el producto para realizar el pago por esta vía solo sacaban unos pocos como para callar boca y para colmo no podías hacer una compra mayor a los 2000 cup según su dueño por una justificación bastante poco creíble para no escribir el termino real por cual llamarla, o sea solo podías comprar unas vez por Enzona ya que el costo del producto era 1245 que por cierto ya en estado de descongelación