Armando Moroño: una vida dedicada al magisterio

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Armando Moroño Guerrero tiene 75 años y se mantiene activo en el oficio de enseñar, lo que ha hecho toda su vida; se desempeña como profesor de Historia de Secundaria Básica en la ″Frank País″, y también es el guía de grupo del 7mo. 5, en lidia permanente con 34 adolescentes, sus padres y abuelos, por quienes responde.

A la pregunta de cómo puede llevar adelante una tarea casi titánica, responde: “Hay vitalidad para eso”, dice y sonríe, al tiempo que sus ojos adquieren un brillo especial. “Tengo 55 años de trabajo, y hace cinco me jubilé y decidí recontratarme, enseñar y educar es lo que mejor sé hacer”, y aunque no lo expresa, es un secreto a voces que un jubilado no subsiste con las ínfimas pensiones que perciben.

Bendito profesor que permanece frente al aula, con conocimientos y deseos de conducir a estos muchachos por una enseñanza decisiva en la formación del carácter, la disciplina y la vocación. Continuamos nuestra agradable plática:

“Yo soy maestro Makarenko —afirma con orgullo—, de la etapa de Minas del Frío-Topes de Collantes-Tarará. Hice prácticas en Pinar del Río, y comencé como maestro de primaria, luego transité por la secundaria básica, la escuela Pedagógica, ocupé cargos de Dirección y por ese motivo me alejé algún tiempo del aula, de estar frente al alumno, lo que me gusta hacer.

“Fui director del preuniversitario Dimas Martínez, de la EIDE provincial, subdirector del Instituto Politécnico José Gregorio Martínez, miembro del Consejo de Dirección de la Escuela de Instructores de Arte, con Carmen Varela como directora; y más tarde marché a la Dirección General de Educación en la provincia, transitando por varias responsabilidades. Por último, trabajé en la Atención a Menores, un encargo difícil, del que aprendí mientras ayudé, y me aportó mucho en lo personal y profesional”.

Y en verdad el recorrido por la profesión ha resultado largo y útil para el profe Moroño, a quien, a estas alturas de la entrevista, y con su venia, me permito tutear, se trata de un licenciado en Historia y máster en Educación; pero para quién significa demasiado su título primigenio, el de maestro Makarenko. Más allá de la opinión negativa de quienes calumnian este método ruso de Pedagogía, a través de  este se formó a maestros cubanos con sólidos principios, y como educadores de alta estima y admiración en la sociedad, al tiempo que viene a ser como una variante tropical del modelo, salvando las diferencias de idiosincrasia y geografía.

“Lo más gratificante de ser maestro, en el sentido directo de la palabra, es el reconocimiento social de tus alumnos, que allí dónde te encuentren escuches: ¿Cómo está profe? Y detrás de esa interrogante va el agradecimiento por enseñarles y tratarles con respeto.

“Tengo tres hijos y cinco nietos, y mi actual esposa, compañera por más de 33 años, es profesora de Educación Moral y Ciudadana en esta propia secundaria. Ya, juntos, ella es mi asistente como guía de grupo, graduamos un ciclo, y comenzamos otro curso, ahora con estudiantes de séptimo grado en Perfeccionamiento del programa y currículo de estudios. Desempeñar esta profesión es lo que mejor hago, y con mucho amor, seguiré siendo profesor mientras las fuerzas y la capacidad me acompañen”.

Corren tiempos difíciles en los que la emigración ha hecho mella en la familia cubana como institución, niños, adolescentes y jóvenes que han quedado varados de esta orilla, al cuidado de los abuelos, un tío, primo, hermano…, es por ello que precisamos de preceptores como Moroño, que acompañen a los muchachos en ese difícil proceso, sin apartarse del camino.

Junto a su esposa, la profesora de Educación Cívica y Moral, Odalys Rosell Leyva, casi su asistente personal y compañera en la vida por más de 33 años./Foto: De la autora

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

8 Comentarios en “Armando Moroño: una vida dedicada al magisterio

  • el 28 abril, 2025 a las 1:42 pm
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    Moroñito como cariñosamente le digo, es un ejemplo de profesor brillante que tuve la oportunidad de conocer en mi etapa de estudiante en instructores de arte. Merecido homenaje a un hombre que nunca olvida a sus estudiantes y que lleva con mucho orgullo el nombre de maestro. Gracias por tantas enseñanzas y amor a la profesión

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  • el 25 abril, 2025 a las 12:20 am
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    El profesor Moroño enseña la historia con la misma pasión que inculca valores en los estudiantes. Su paciencia, sabiduría y la capacidad para ver el potencial en cada estudiante es invaluable. Ha sido mentor y amigo. Ojalá la energía que tiene para educar no se apague nunca.

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  • el 24 abril, 2025 a las 8:10 pm
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    Excelente persona, y profesor.

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    • el 24 abril, 2025 a las 9:55 pm
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      Un profesor de su trayectoria y competencia merece este reconocimiento público. Como abuelo de una de sus alumnas del Septimo 5, le estoy agradecido por su desempeño como guía de ese grupo ¡ felicidades profe!

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  • el 23 abril, 2025 a las 6:39 am
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    Moroño, excepcional persona. Larga vida para él.

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    • el 23 abril, 2025 a las 7:23 am
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      Gracias por leernos y comentar.

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    • el 24 abril, 2025 a las 9:08 am
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      Moroño es muy querido, en superlativo, por sus alumnos, padres y familia; de muchas dedicación y esfuerzo. Qué bueno contar con él, formador de generaciones. Sentí mucho orgullo al entrevistarlo

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