Zanahoria: no solo para conejos

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A la zanahoria generalmente se le asocia como alimento preferido por los conejos. Así nos la han presentado, fundamentalmente, en los dibujos animados. ¿Quién no recuerda a Bugs Bunny , Roger Rabbit o Félix mientras degustaban el anaranjado vegetal?

Sin embargo, la planta, perteneciente a la familia a la familia de las Umbelliferae, se ha hecho muy popular en todo el mundo por los beneficios reportados al organismo humano en función de su valor nutritivo, en el que destaca la presencia en ella de la vitamina A. Luego, no resulta exagerada la afirmación de que una raíz grande es capaz de suministrar más componente vitamínico de este tipo que el necesario para todo un día.

La zanahoria es originaria de Eurasia y el norte de África. Entre sus características botánicas destaca el ciclo bianual del desarrollo de la planta. En el primer año forma una roseta de hojas finamente divididas y almacena buena cantidad de nutrientes en la raíz. Estas son las que más se recolectan para comer. El color anaranjado del rizoma se debe a la presencia de un colorante llamado caroteno, que constituye la provitamina.

Para el consumo es aconsejable seleccionarlas frescas y tiernas, con raíces tersas y duras, cuyo mejor síntoma es la quiebra con facilidad. Esta hortaliza puede degustarse de forma natural o cocida al vapor para ser utilizadas en ensaladas, guarniciones, sopas, guisos, arroces, con carne y pescados. Sirve además para la elaboración de jugos, mermeladas y otras variantes culinarias.

También posee vitamina E, la que junto a la A, benefician el desarrollo del cuerpo. En el caso de la primera, interviene de forma directa en la reproducción y en funciones nerviosas y musculares. A su vez, tienen la capacidad de calmar las molestias gástricas y el exceso de acidez gracias a las sales minerales, sodio, potasio y vitamina B. Su consumo se aconseja también a personas que padecen gastritis.

Comer ese tubérculo reduce los niveles de triglicéridos y ayuda a prevenir la arterosclerosis, sobre todo porque depura la sangre. Para tal fin, un tratamiento muy eficaz es consumir en ayunas, todas las mañanas y durante una semana, media taza del vegetal rallado. Después de ingerirlo esperar una hora para desayunar.

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Beneficios de la zanahoria

Desde el punto de vista preventivo, consumida cruda combate enfermedades infecciosas, principalmente las que atacan la vista y las vías respiratorias. Asimismo posee propiedades que impiden el vómito o la náusea, regula la digestión, la actividad del intestino y las vías urinarias.

Como dato curioso añadir que la zanahoria rallada puede utilizarse contra las diarreas, puntualmente las ocurridas en niños. De igual forma la indican para enfermedades de la piel, además de prevenir el envejecimiento de este órgano y contrarrestar la formación de arrugas. Constituye, también, un potente alimento antitumoral.

Era común escuchar a madres que abogan por la conveniencia de mezclar la zanahoria rallada con jugos de naranja para suministrárselo a niños pequeños. Sin embargo, se ha demostrado científicamente lo nocivo de esta mixtura, pues provoca efectos perjudiciales como elevar el nivel de acidez, causar disfunciones en el hígado y estimular el exceso de bilis. Además, esta combinación potencia sustancias que agreden el sistema renal, producen agrieras, reflujos y deterioro de los uréteres.

Aunque es aconsejable el consumo de las raíces frescas, principalmente en ensaladas, con aliños o sin él, podemos ofrecerles esta receta para servirla como un delicioso postre: Ralle o muela cuatro o cinco zanahorias y póngalas a hervir en agua con unas ramas de canela (o media cucharadita en polvo) y el jugo de dos limones. Luego añádale una taza de azúcar y ponga la mezcla a cocinar a fuego lento por 20 minutos. Muévale constantemente en línea recta con una cucharada de madera hasta lograr buen espesor. Sírvala fría. También se puede agregar, si así lo prefiere, coco rallado, a partes iguales.

¿EFECTIVA CONTRA EL CÁNCER?

Las propiedades anticancerígenas de las zanahorias se potencian si no se trocea el tubérculo hasta después de su cocción, indica un estudio británico que se presenta en una conferencia sobre nutrición y salud en Lille (Francia).

Según el estudio, llevado a cabo por científicos de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Nescastle, las zanahorias cocidas enteras contienen un 25 por ciento más de falcarinol que las troceadas antes. Los experimentos llevados a cabo con ratas a las que se administró el compuesto, indican que esos roedores desarrollaron tres veces menos tumores que los del grupo de control.

“El hecho de trocear las zanahorias aumenta la superficie [expuesta del tubérculo] de forma que escapan más nutrientes al agua mientras hierven”, explica Kirsten Brandt, de la universidad inglesa.

“Hirviéndolas enteras y troceándolas después, se conservan no solo los nutrientes sino también el sabor, lo que supone un doble beneficio”, agrega la experta, según la cadena británica de noticias BBC.

Los científicos de Newcastle, que descubrieron los beneficios del falcarinol hace cuatro años junto a otros colegas de la Universidad del Sur de Dinamarca, han venido estudiando esos tubérculos desde entonces y han llegado a la conclusión de que con el calor se matan las células de estas raíces.

Las zanahorias pierden así la capacidad de conservar el agua en su interior, lo que en un principio incrementa la concentración del falcarinol. Pero al mismo tiempo, el calor ablanda las paredes celulares, lo que hace que se pierdan los compuestos solubles como el azúcar y la vitamina C por la superficie del tejido, y de paso se filtren al exterior otras sustancias como la citada.

Al vapor, hervida, cruda, cocida, licuada o simplemente fresca y a bocados, la hortaliza forma parte del grupo de alimentos con “efectos prometedores” en la prevención de algunos tipos de cáncer, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe World Cancer Report 2014. Junto con las espinacas y los tomates, verduras que también contienen carotenoides, sirven para prevenir el cáncer de mama.

CURIOSIDADES

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Caprichos de la naturaleza

Seguramente hayas visto en las tiendas que algunas cremas bronceadoras tienen extracto de zanahorias. Lo cierto es que el vegetal aporta una buena cantidad de provitamina A, que ayuda a broncear la piel de manera equilibrada y a reducir la probabilidad de quemaduras. Esta es la razón de que muchas personas opten por comer más zanahorias durante el verano.

Muchos dicen, en broma, que las zanahorias son buenas para los ojos “porque nunca han visto un conejo llevando gafas”. Más allá del chiste popular, lo cierto es que las investigaciones han señalado que los betacarotenos presentes en la raíz evitan el envejecimiento prematuro de las células de la vista.

Si bien no puede asegurarse que el consumo de la planta no impedirá necesariamente que tengamos que usar anteojos, lo que si está demostrado científicamente es que posee la capacidad de reducir la posibilidad de padecer cataratas o ceguera nocturna, que según la OMS es la deficiencia de la vitamina A (incluida en las zanahorias) la principal causa de problemas visuales y ceguera infantil en los países en vías de desarrollo.

SIETE RAZONES PARA COMER ZANAHORIAS

1- Los aromas del vegetal estimulan el apetito.

2- Comerla cruda fortalece los dientes y las encías. Ingerir verduras crudas como la zanahoria mejora el riego sanguíneo bucal y evita que las bacterias se adhieran a los dientes. Además, el flúor, presente en alimentos es fundamental para mantener en buen estado el esmalte dental y evita la aparición de caries.

3- Ayuda a combatir el estreñimiento y el dolor de estómago por intoxicación. Gracias a su alto contenido en fibra aumenta la cantidad de materia fecal y previene el estreñimiento. Además, calma las molestias gástricas y el exceso de acidez debido a sales minerales como el sodio, cloro, potasio y vitaminas del complejo B. Por ello, es un alimento muy recomendable si se padece gastritis.

4- Por su elevado contenido en agua, es diurética y ayuda a la desintegración de los cálculos renales.

5- Rica en potasio y fósforo, es un excelente vigorizante para mentes cansadas y restauradora de nervios.

6- Fortalece las uñas y el cabello, al que aporta brillo. Las células madre de la zanahoria son ricas en betacaroteno, también llamado provitamina A, que en el organismo se transforma en retinol o Vitamina A. Estos compuestos reparan las células dañadas por los efectos ambientales, y así fortalecen y revitalizan las uñas y el pelo. La vitamina A ayuda en la producción de sebo, beneficioso para el cuero cabelludo.

7- Mejora la calidad de la leche materna. El betacaroteno y la vitamina A mejoran sus propiedades biológicas. La ingesta de betacarotenos, minerales y encimas de la zanahoria favorecen la producción saludable del alimento materno.

Como ves, la zanahoria no es solo para conejos.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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