Zaily, los números y la Guajira de Encarnación

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Desde el principio, Zaily González Ojeda se entusiasmó con el proyecto. De antemano sabía que debía echar a un lado su pasión por los números y las cuentas para dedicarse por entero a la administración de la nueva minindustria, a propuesta de la directiva de la Cooperativa de Producción Agropecuaria 26 de Julio, a la que había dedicado desde hacia muchos años, como contadora, muchas noches de desvelo entre cálculos y guarismos.

Para mí era un mundo completamente nuevo, sostiene, pero como dice Serrat (Joan Manuel) ‘se hace camino al andar’. Junto a otras compañeras recibí capacitación sobre la producción de alimentos en conserva y el modo de operar el módulo de equipos (combimáster, abatidor de temperatura, robot, cortador de vegetales, marmitas y empacadora al vacío) de la moderna planta de tecnología alemana”.

El inicio de los trabajos de construcción civil en el asentamiento de la “26 de Julio” no solo acaparó la atención de los cooperativistas y sus familiares, sino el deseo de apoyar la inversión en jornadas voluntarias. Tal obra era fruto de la iniciativa municipal de un proyecto de desarrollo local, promovido por la Plataforma Articulada de Desarrollo Integral Territorial (PADIT).

Una vez puesta en marcha, muy pronto “La Guajira”, nombre acogido en consenso entre los pobladores de la antigua finca Encarnación, comenzó a cubrir las expectativas. En apenas dos meses cerca de una veintena de surtidos diferentes podían llevarse a la mesa.

De solo indagar con lo lugareños, sale a la palestra la popularidad alcanzada por las variantes del maní, gofio de maíz, el boniatillo, guacamol o el caldosín, por citar de las de mayor demanda.

Fuente de empleo femenino

Sin embargo, a juicio de la administradora, si desde el punto de vista doméstico fue de mucho impacto el poder disponer de una amplia gama de productos alimenticios en la canasta familiar, no menos repercusión tuvo la apertura de posibilidades de empleo, sobre todo para jóvenes mujeres de esta zona rural, quienes llevan la voz cantante en este colectivo laboral.

La minindustria dispone de un moderno módulo de equipos para el procesamiento de la materia prima. /Foto: Armando Sáez
La minindustria dispone de un moderno módulo de equipos para el procesamiento de la materia prima. /Foto: Armando Sáez

A ello se suma, precisa Zaily, que de manera colateral salió la edificación de la casita infantil Los pequeños gigantes, encargada de cuidar y educar a los hijos de nuestras madres trabajadoras”.

La pequeña fábrica tiene capacidad para producir una tonelada diaria de diferentes renglones. Hoy está a mitad de su potencial con cerca de una veintena de surtidos, en buena medida porque aún no disponen del lubricante para la marmita con abatidor, uno de los componentes de la maquinaria industrial, aunque en vías de solución.

Planes a futuro

Al decir de Zaily, noviembre y diciembre son meses favorables para las cosechas de hortalizas y vegetales, lo cual significa disponer de la materia prima necesaria para incrementar las líneas de encurtidos, pastas y puré de tomate y ají, de modo que pueda llegarse, antes de finalizar al año, a las 36 variedades de productos, según el diseño del fabricante, además de poder implantar el doble turno de trabajo con un mayor número de empleados.

Por supuesto, tales propósitos están sustentados en los acápites de los contratos con las entidades estatales, sector cooperativo y campesino, Empresa de Acopio y los productores individuales de patios y parcelas del Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, proveedores habituales de la minindustria.

De un tiempo a esta fecha, “La Guajira” ha comenzado a sonar como marca de preferencia en otros asentamientos del municipio de Abreus, y también en las ferias de la ciudad de Cienfuegos e importante empresas de la provincia, con muy buena aceptación por la calidad de los alimentos ofertados en paquetes de nylon de diferentes gramajes, certificados por el laboratorio del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología

Pero como abejas laboriosas al fin, en este panal de otro tipo ya se “cocinan” y endulzan miles de ideas y proyectos. Por lo pronto incursionan en nuevos mercados en la Zona Especial de Desarrollo Mariel y suscriben convenios con el turismo para la exportación en frontera, fuentes que podrían, a corto plazo, sustituir importaciones y operar en divisas.

Luego, “La Guajira” de Encarnación, como igualmente la llaman, ya rebasó las fronteras de esta porción de la campiña de Charcas conocida también por La loma del chivo, para convertirse en embajadora del buen gusto y sello distintivo de calidad de los frutos provenientes de la tierra.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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