Yordan y la pasión de salvar
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Tras casi 25 meses fuera de Cuba, de misión internacionalista en la República Bolivariana de Venezuela, Yordan Cabrera Acosta nunca imaginó que a su regreso tardaría en encontrarse con la familia, allá en el municipio de Fomento, en Sancti Spíritus. Probablemente, tampoco pensó que una situación de emergencia sanitaria demandara sus servicios en la ciudad de Cienfuegos.
“Llevo menos de 24 horas en el país y no podré ir a casa; será después, cuando logremos un descenso en las tasas de incidencia del nuevo coronavirus en este territorio. Ahora trabajaré, junto a mis compañeros, donde el pueblo precise, donde haga falta estar”, afirmó.
Él habla en nombre de una brigada de casi 30 enfermeras y enfermeros cubanos, provenientes de Venezuela, que recién llegaron a la Perla del Sur para reforzar la atención a los pacientes graves y críticos de Covid-19 que permanecen ingresados en instituciones hospitalarias de la provincia.
“Aquí nos necesita la Revolución y venimos a ofrecer nuestra ayuda a Cienfuegos. Son tiempos —dijo— muy difíciles; sabemos que enfrentamos una enfermedad que mata, con riesgo, incluso, para nuestras vidas. Y por supuesto, tenemos mucho miedo, no es mentira, pero nos corresponde ‘guapear y echar palante’, para así poder contribuir a la disminución de los casos diarios y de las cifras de fallecidos”.
En las últimas jornadas, el escenario epidemiológico en la región centro sur de Cuba reporta dígitos en rojo, con más de mil personas contagiadas por día y un número preocupante de muertes. Es por eso que Yordan, cuando se le pregunta por la familia, tambalea en sus palabras, se emociona, y apenas consigue hallar una respuesta: “me apoya y está de acuerdo con todo; volveré con ellos cuando la Patria diga”.
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