El yate Granma y su proa hacia la victoria (+Multimedia)

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El 25 de noviembre, a la 1:30 a.m. el yate Granma comenzó a navegar por el río Tuxpan, con las luces apagadas, y los expedicionarios escondidos y en silencio, pero muy emocionados.


Sabían que en ese mismo instante cumplían con la promesa hecha al pueblo de Cuba por Fidel Castro Ruz, cuando en un acto realizado en el hotel Palm Garden, de Nueva York, el 30 de octubre de 1955, y ante la presencia de unos 800 emigrados cubanos, quienes se dieron cita para expresar su apoyo a la causa revolucionaria, el máximo líder de la Revolución Cubana expresaba, en un mensaje vibrante y ante la emocionada concurrencia, que “(…) en el año 1956 seremos libres o seremos mártires”.

Era la primera vez que lo vaticinaba, para reafirmarlo después en el documento en respuesta a las calumniosas declaraciones de un vocero de la dictadura de Fulgencio Batista, que intentaba vincular al Movi­miento 26 de Julio con el sátrapa dominicano Rafael Leonidas Trujillo.

Fidel afirmaba en el mismo, conocido entonces como Carta sobre Trujillo, de fecha 26 de agosto de 1956:

“La campaña de infamias y calumnias tendrá un día no muy lejano su cabal respuesta en el cumplimiento de la promesa que hemos hecho de que en 1956 seremos libres o mártires”.

Y así fue. El yate Granma tocó tierras cubanas el 2 de diciembre de 1956, luego de una travesía de ocho días desde Tuxpan, México. No solo de 82 hombres venía lleno el barco, también de temores y valentías que hicieron posible el triunfo revolucionario el 1o. de enero de 1959.

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Mercedes Caro Nodarse

Licenciada en Comunicación Social. Directora del periódico 5 de Septiembre. Miembro de la Unión de Periodistas de Cuba y de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales.

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