Yaidelis, la protagonista de una historia de vida
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Yaidelis Pérez Ordoñez ha vuelto a la vida, anduvo por el túnel, pero las profesionales manos y decisiones acertadas del Equipo de Atención a la Materna Crítica en el Hospital de Cienfuegos, la “halaron duro” hasta sacarla de allí con sus conjuros de médicos y científicos, pues ese viaje era a destiempo. Natural de Cruces, se contagió con la Covid-19 en los días duros del alza epidemiológica, durante su tercer embarazo, y desarrolló una de las formas graves de la enfermedad.
“De los días en que estuve acoplada a la ventilación mecánica no recuerdo nada, es como si mi memoria se hubiese borrado, sin embargo, recuerdo el ajetreo de médicos y personal de salud a mi alrededor cuando pude volver, el regreso ha resultado duro, pero gracias a Dios y a mis médicos —y dice míos con total orgullo— estoy aquí, luchando con fuerzas, aunque las secuelas me pongan a prueba en cada hora.
“Pude tener a mi bebé, el tercero, Ángel Samuel, quien nació sano, y ahora tengo tres machitos, los mayores, Víctor, de nueve, y Darío de tres. Qué te puedo decir, que tuve a mi madre muy cerca; y a un montón de hermosos valientes que lucharon por mi vida: Eddy, Lester, Moisés, Yoanys, Sandy, Asiel, Yenisey… y muchos más, seres humanos increíbles, que sin estar de guardia venían a saber de mi, auscultarme, seguir mi evolución”.
¿Cuándo pudiste tener a Ángel Samuel en brazos?
“No lo he podido tener, aún estoy en rehabilitación, lo recogieron en el Hospital mis vecinos, Eunice Ramírez Sánchez, Ruth del Sol, Rubén, y allí está todavía, con los pequeños Samuel y Eilín, los hijos de Ruth; ellos no son vecinos, son familia, porque ese gesto los hace muy grandes”.
En un día de consulta de seguimiento en el HGAL, se ha juntado todo el equipo para acompañarla al Centro de Diagnóstico para un TAC*, apenas caben en el local, todos quieren mirar; las noticias no son del todo halagüeñas, el camino hacia la recuperación continúa, ahora se enfrenta a una estenosis traqueal, complicación devenida de la ventilación mecánica, pero hay solución.
Por allí anda María Ordoñez, la madre de Yaidelis, una tarja conmemorativa a la madre del año habrá que ponerle en el banco en el que pasó todo el período crítico de su hija, tiempo en el que solo tomaba “repelones”, orando por la vida de su única hija.
“Ya he pasado lo peor, el camino todavía es largo, pero cada día me siento con más fuerzas para enfrentarlo. Estoy muy agradecida a todos por traerme de vuelta, gracias por el tiempo y por el esfuerzo, estoy atada en lo afectivo a este hospital y a la salud cubana, les debo la vida”.
*TAC: Tomografía axial computarizada.
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