Vinagre, aliado natural de tus plantas

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El vinagre es un producto esencial de la cocina, pero pocos saben que también resulta un excelente aliado para las huertas orgánicas, las plantas y el suelo en general, gracias a que es un herbicida natural, elimina los hongos, repele las hormigas y es un buen fertilizante.

Además, utilizarlo ayudará a no depender de agentes químicos dañinos y contaminantes, por lo que es un producto prácticamente esencial para el cuidado de hortalizas, verduras, frutales y especies ornamentales debido a la diversidad de propiedades presentes en el ácido.

RECURSO A LA MANO EN CASA

Me cuenta un amigo que cuando conoció las bondades del vinagre para el cultivo de vegetales se quitó muchos dolores de cabeza de encima. Desde entonces, no solo prescinde de productos industriales nocivos para el medio ambiente, sino que nota que sus plantas lo agradecen mucho más.

Solo hay que darle el pie del tema a mi vecino, para tratar de convercerte con sólidos argumentos de los beneficios de esta opción, tan sencilla como práctica. “Como herbicida, me explica, constituye un producto fitosanitario a utilizar para eliminar malezas indeseadas, y su manera de actuar es interfiriendo el crecimiento de las malas hierbas, con una incidencia directa en sus hormonas”.

Entonces me dice que la primera cualidad del líquido como herbicida es su alto contenido de ácido acético. Si bien es útil para eliminar pequeños pastos, como los que crecen junto a las baldosas, aclara, su efecto impacta a corto plazo y no es tan efectivo como usar otros productos químicos.

“Pero hay mucho más, comenta, por ejemplo, deviene un agente antifúngico muy poderoso. El vinagre blanco permite erradicar los hongos de las plantas, porque su efecto es similar al del bicarbonato de sodio: lo que este último elimina el PH y genera un medio alcalino propenso en prevenir el crecimiento de esos organismos, en tanto, el producto que nos ocupa reduce los mohos al generar una superficie ácida”.

Y aconseja mi juicioso coterráneo que la mejor manera de utilizarlo con propósito antifungicida está en colocar una cucharada del agrio en dos litros de agua y aplicar en las hojas dos veces por semana después de cada lluvia. Eso eso sí,  recomienda hacerlo desde un atomizador, de modo que pueda rociarse de forma pareja.

Otra de las experiencias enumerada por mi amigo está relacionda con el efectivo uso del vinagre blanco para ahuyentar las hormigas que se encuentran en el jardín y destruyen las plantas. “Para lograr bien esta función, explica, debemos colocar el fluido en un spray y rociar en el hormiguero. De a poco los molestos bichitos abandonan el lugar.

“Mira, y no solo sirve para espantar esos animalitos, me ha resultado de gran utilidad hacer trampas caseras para otros insectos, especialmente muy efectivo en eliminar la mosca de la fruta. Y hasta ayuda a evitar que perros y gatos orinen y defequen al pie de los sembrados, pues el penetrante olor hace de repelente a esas mascotas”.

Para cerrar con broche de oro la lista de las cualidades, concluye en que el acético de manzana ayuda a tener las plantas más saludables. ¿Cómo lograrlo?, inquiero. “Muy sencillo, precisa, solo debes mezclar dos cucharadas del susodicho con tres litros de agua y luego regar las matas con esta preparación acuosa”.

CRITERIOS AUTORIZADOS

Muchos especialistas coinciden en que hay una gran cantidad de plantas, como el arce japonés, que no pueden ser regadas con aguas ricas en cal. De no respetarse esto, las frondas podrían llegar a sufrir clorosis. Consejos caseros para contrarrestar esa anomalía dan cuenta de que el vinagre puede utilizarse para neutralizar la solución alcalina y aumentar su acidez.

A juicio de los entendidos, a la hora de emplear el producto en cuestión para enriquecer el suelo o hacerlo algo más ácido resulta recomendable diluirlo en agua y pulverizarlo sobre la zona a tratar. Por otro lado, el vinagre aporta hierro a la tierra o sustrato. En tal caso debes tener en cuenta su uso en cantidades pequeñas y solo aplicarlo en aquellas plantas que agradezcan suelos ácidos, como lo son los limoneros, las fresas, las rosas o los arándanos.

En tanto, si lo utilizamos con la finalidad de desinfectar recipientes y herramientas para la jardinería o la horticultura, no será necesario disolverlo en H2O, podrás aplicarlo directamente en un paño que vayas a usar para limpiar los útiles de labranza.

Ojo, si vas a usar el ácido de repelente o herbicida, asegúrate siempre de regarlo en una zona donde no quieras plantar nada nuevo, ya que la tierra dejará de ser apta para ello. En la segunda opción, una buena solución casera se tiene al mezclar una taza del acético con otra de sal y una cucharada de jabón de platos.

Si te han resultado útiles los consejos, pues a emplearlo en lo adelante como una nueva herramienta en el cuidado de tus plantas.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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