Vicepresidenta cubana chequea obras hidráulicas en Cienfuegos

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La Vicepresidenta de los Consejos de Estado y de Ministros, Inés María Chapman, chequeó este viernes la situación del sector hidráulico en la provincia de Cienfuegos, cuyo panorama seis meses atrás había tocado fondo con paros reiterados y una inestabilidad en la calidad del servicio.

Luego de una presentación oficial sobre el estado del abasto y distribución del agua en la cabecera provincial, donde está el mayor conflicto en la actualidad, la funcionaria recorrió la planta potabilizadora de Paso Bonito.

Allí no sólo verificó el cambio de los primeros 500 metros de tuberías de esa conductora, sino que comprometió a los dirigentes de la provincia a recuperar seis filtros que hoy están fuera de servicio, limitando la capacidad de tratamiento del vital elemento.

“Aquí se mezcla el agua tratada con la cruda, ello provoca mayor índice de turbiedad. A partir del mejoramiento y eficiencia de esta planta, disminuirá la mezcla o se erradicará. Ya se dan pasos importantes y para el primer trimestre de 2019 se instalará una toma flotante que permitirá captar el agua de la superficie, con mejores condiciones.

“También habrá que identificar vivienda a vivienda el tema de la conexión al drenaje pluvial o a las interconexiones del vertimiento de residuales en lugares bajos de la ciudad. Hemos dejado un plan de medidas para trabajar esos lugares. Cienfuegos es una ciudad bella y hay que mantener su limpieza y orden territorial, esos nos toca a todos”, agregó a la prensa Inés María Chapman.

Con los trabajos que se vienen gestando en el territorio ya existe una recuperación de 200 litros por segundo en el tramo Paso Bonito-tanque de Caunao, sitio donde finalmente se almacena y luego distribuye el líquido hacia la urbe. Además, ya circulan en el municipio cabecera doce carros cisternas (pipas) de reciente adquisición.

Otra de las buenas nuevas, según el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, es que ya está aprobado un programa de inversiones, con un financiamiento francés, ascendente a 60 millones de pesos, para garantizar la disponibilidad suficiente del agua en la provincia. Este mismo proyecto incluiría cambios en el sistema de bombeo, unido al tratamiento y la distribución, en aras de resolver los problemas totales, a pesar de las limitaciones económicas.

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