Ventas al Mariel desde Cienfuegos: pequeñas luces hacia un faro de prosperidad

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Todavía recuerdo cuando entrevisté al director de la Empresa de Glucosa y Derivados del Maíz, Gydema; de Cienfuegos, allá por junio del pasado año, y me comentó sobre la venta de almidón —producto líder de la popularmente conocida como “fábrica de glucosa”— a la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Con beneplácito informé la buena nueva, porque no se trata de una venta más: Mariel constituye, a las alturas de 2020, sinónimo de prosperidad, mucho más si observamos que queda, “del lado de acá” de la empresa, el 50 por ciento de las ventas realizadas a la Zona.

Más que un número frío, estático, esa mitad de las ganancias implica divisas para el desarrollo propio de la industria que vende, la anhelada “liquidez” para mejorar tecnología, comprar materias primas, invertir… para ganar. Así está planteado, y así ocurre en Cienfuegos, ya no solo con Gydema.

Al volver sobre el tema, esta vez con el máster en Ciencias Rogelio Roque Cruz, funcionario del recién creado departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Colaboración de Cienfuegos, pude conocer que el camino desbrozado por Gydema fue desandado ya por otras industrias. Apareció así el nombre de la Empresa Cafetalera Eladio Machín, del municipio montañoso de Cumanayagua.

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Con nuestra bebida aromática como carta de triunfo, la “Eladio Machín” dio otro paso e “hizo a finales de 2019 algunas ventas a la Zona de Desarrollo Mariel”, describe Roque Cruz. El especialista agregó igualmente a la Empresa Cítricos Arimao, “con la oferta de frutas y viandas pre elaboradas; mientras la Pecuaria El Tablón, también de Cumanayagua, proyecta preparar y comercializar cortes especiales de carne vacuna”.

La Oleohidráulica José Gregorio Martínez —encadenada a su vez con la fábrica de fábricas Planta Mecánica, en Villa Clara— ha producido equipos de izaje para la Zona de Mariel”, comentó igualmente Roque Cruz.

Pero lejos de “cantarnos” a nosotros mismos por tales iniciativas que olfatean el bienestar económico en una “zona-locomotora” con capacidad de “halar” no pocos coches de nuestro sector empresarial, aún debemos aspirar a que más entidades del terruño exploten la oportunidad.

A propósito, Roque Cruz, tras coincidir con la anterior premisa, explicó que la representación cienfueguera del MINCEX este mes de enero está insertada, junto a la dirección de Economía y Planificación, en la discusión del Plan de la Economía 2020. “Participamos así, en los análisis, y conocemos de las proyecciones de las empresas productoras del territorio”.

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Sin embargo, aun cuando estos organismos rectores puedan incentivar y mostrar a la Zona Especial de Desarrollo Mariel como vía legítima para generar ingresos, son el colectivo laboral y el empresario actores clave en concebir el qué ofertar, desde la certeza del beneficio que para todos representa “explorar” ese terreno económico.

En tal sentido, tiene fortalezas Cienfuegos con respecto a otras provincias cubanas. Un cúmulo de industrias nada despreciable, una zona portuaria y la relativa cercanía al Mariel, aparecen como ventajas dignas de aprovechar —eso sí— con producciones de probada calidad y valor agregado.

Cada tentativa por comercializar un bien o servicio, cada venta concertada desde este pequeñito y fecundo territorio con algún usuario de la Zona Especial, toma forma de pequeña luz reflejada en ese gran faro de prosperidad, concebido en Cuba para el progreso. Apuntar hacia él, con nuestras modestas capacidades y esfuerzos, es también una forma de pensar como país.

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