El destino en Venezuela no lo puede marcar el imperio
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 35 segundos
¿Hasta cuándo y hasta dónde puede la tecnología contemporánea de la desinformación engañar a las masas populares? Hay que poner la maldad al descubierto. Hay que detener a los monstruos. Millones de hombres, mujeres y niños deben ser salvados de la maldad imperial norteamericana, ¡ya!. Un país entero, como Venezuela, no puede quedar solo frente a quienes quieren arrebatarle su petróleo y sus inmensas riquezas naturales, a costa de dejarlos sin electricidad y sin agua como recurso criminal, desesperados por despojarlos hasta de los servicios básicos.
Después de intentarlo todo, el mundo no puede aceptar impasible esta nueva escalada de agresiones del imperio norteamericano a la nación bolivariana. Los pueblos del orbe debemos detener a los asesinos, antes de ver morir a millones de seres humanos, porque el imperio norteamericano está dispuesto a hacerlo y desatar una guerra interminable en nuestra área geográfica si no se lo impedimos.
Paralelamente vemos caravanas de miles de infelices que caminan hacia donde no los quieren, pero que consideran la Meca de sus aspiraciones, cuando realmente es la de sus desgracias ancestrales. Que así es la efectividad de sus medios de desinformación y sus redes sociales.
La gran batalla que los pueblos movilizados deben dar para salvar al pueblo venezolano y a la América Latina y al mundo es impedir el destino que el imperialismo yanqui desata sobre Venezuela. Para seguir enseguida sobre Nicaragua y Cuba, para cumplir la promesa de Trump: “Acabar con el Socialismo en el mundo”. Dejarnos a todos sin luz y sin agua. Sin nuestras libertades y aspiraciones, para tratar de alcanzarlo. ¿Es eso un destino para nuestros pueblos?
Trump, ¿emperador mundial?
Jorge Arreaza, Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, ha dicho que Donald Trump amenaza y juzga “con sus poderes dictatoriales” y se cree “emperador mundial”. “Tenemos que parar esta locura e irracionalidad”, ha expresado en varias oportunidades.
Si hojeamos la historia continental, en su momento Martí llamó ¡bandidos! a los banqueros, y dijo: “Conozco al monstruo porque viví en sus entrañas”. El periodista comunista checoslovaco Julius Fucik llamó a la humanidad a ¡estar alertas! Fidel advirtió que el ser humano está en peligro de extinción. Ahora estos pasos imperiales nos lo demuestran.
Los intelectuales tienen que levantar al mundo contra el Imperio mundial. Que su maldad asesina se les convierta en más luz y más agua para la humanidad que paralice y derrote a sus enemigos ancestrales.
Más trabajo político ideológico para demostrar a las masas nuestro-americanas que sus desgracias las causa el sistema imperial del repertorio neocolonial, neoliberal; el sistema de centralización, financiación, de recursos y exacciones parasitarias del gran capital. De amenazas y agresiones sin fin. Ellos no son la Meca, son el Infierno en la Tierra. Necesitan nuestros pueblos más esclarecimiento. Más luz para los sin luz. Más agua para lavar tanta injusticia en el orbe. Más movilización para impedir más mal.
Visitas: 234
