Una radio que habla por la ciudad

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Tres años antes del surgimiento de la radio en Cienfuegos, el escritor cubano Alejo Carpentier advertía ya sobre las posibilidades ilimitadas de este medio en Cuba. “Mil géneros inéditos —escribió— pueden nacer a su amparo. Basta enfocarlos con un poco de imaginación y de iniciativa”. Más tarde, el 1º de julio de 1936, la hoy conocida como Radio Ciudad del Mar (RCM) se estrenaba en las ondas de la CMHM del Aceite Martí y emprendía un viaje de creación constante por las turbulentas aguas del tiempo.

De aquella época, cuando se transmitía desde estudios ubicados en el salón principal del Hotel La Unión, perviven algunos hitos de inestimable valor para la memoria sonora de nuestra ciudad. Destaca la figura de José Antonio Sales, uno de los pioneros de la locución en la naciente emisora, quien llevó las riendas del espacio Hora Informativa, donde las noticias generales, los segmentos de opinión y la música compartían minutos con la obligada propaganda comercial, sello de la otrora programación radiofónica.

El seguimiento informativo a las contiendas electorales en Estados Unidos, a las regatas celebradas en la bahía cienfueguera, y las alianzas con el periódico local El Comercio para la producción de dos noticieros diarios (en los horarios de la mañana y la tarde), matizaron los cambios de sede y de estructura, signados también por el abrupto panorama sociopolítico de la primera mitad del siglo XX.

En 1946, miembros del Partido Socialista Popular compraron la CMHM y por sus frecuencias fueron escuchadas las voces de Jesús Menéndez, Blas Roca, Lázaro Peña y Juan Marinello. Dos años después pasó a manos de los hermanos Roberto y Modesto Vázquez, y del padre de ambos, Modesto Vázquez Dorado —vinculados los tres al circuito de la CMQ—, tras lo cual comenzó a identificarse como la CMHU Radio Tiempo. Llegó a contar entonces con grabaciones exclusivas de afamados conjuntos musicales y de melodías tan entrañables como Luna cienfueguera, de José Ramón Muñiz Carballo, devenida símbolo de la urbe.

Hacia 1961, luego del triunfo revolucionario, fue nacionalizada, y de una encuesta nació su actual nombre: Radio Ciudad del Mar. Tales transformaciones supusieron el tránsito de los mensajes comerciales a los de carácter ideológico, y el salto a la madurez de una emisora de corte generalista, con productos comunicativos dirigidos a públicos diversos, las 24 horas y los 365 días del año. Se dice y escribe muy fácil, en pocas palabras, pero nada resulta más lejos de ese ideal.

La travesía ininterrumpida de la radio insigne de Cienfuegos ha sobrevivido a marejadas y tormentas. De su historia reciente, la pandemia de la Covid-19 abrió un capítulo de renovaciones profundas. Yusi Padrón Alonso, subdirectora de la Cadena Provincial, comentó que tras la restructuración efectuada en septiembre de 2020 —a raíz de la situación epidemiológica y de disposiciones nacionales—, RCM quedó solo con el 75 por ciento del total de programas. Ello demandó un diseño creativo y novedoso para salvar espacios emblemáticos dentro del espectro radial. Así, lograron concebirse grandes radiorevistas, de hasta tres horas de duración, como La música que llevo dentro (transmitida en vivo durante la noche del domingo) y Desde aquí, este último protagonista de la jornada matutina y donde ahora confluyen propuestas de gran pegada como Amigas, la radionovela, la conferencia de prensa del Minsap y los habituales contenidos de facilitación social.

Estos cambios —al margen de su repercusión en la calidad de algunas producciones y en el comportamiento de las audiencias— generaron mayor eficacia informativa, con micrófonos abiertos a las noticias de último minuto. Asimismo, El triángulo de la confianza, programa ícono de la octogenaria estación, ganó más tiempo al aire para el tratamiento de la agenda pública y se erigió como vocero principal de las decisiones adoptadas en las instancias gubernamentales y políticas del territorio. Sin embargo, otros no corrieron con igual suerte. La música campesina y los dramatizados, con espacios de arraigo y tradición (valga mencionar, por ejemplo, La hora de Luis), aún sufren las restricciones impuestas, ante la imposibilidad de llevar a cabo una producción radiofónica de forma presencial.

A estas circunstancias, de por sí arduas, se sumó el ordenamiento económico, con expresiones en la vida de los radialistas, específicamente en los sistemas de pago. Fue otro punto de giro en el quehacer de la emisora, con impacto en la percepción de los salarios, si bien no condicionó ni dañó su sentido de responsabilidad social. Frente a nuevas dinámicas y con 85 años, Radio Ciudad del Mar refuerza los valores que la distinguen y continúa siendo ese sonido para ver, acompañar y recrear. O dicho a la manera del teórico José Ignacio López Vigil: la voz humana, de la naturaleza y del corazón… de Cienfuegos.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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