Un muchachón de 65 años

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¿Y si usted es electricista por qué lleva un taladro en la mano? Las circunstancias me obligaron a preguntar, como quien duda de la versión oficial de la historia. “Los electricistas siempre andan vestidos de limpio, yo no”, me responde y confirma mi teoría: no hay título alguno que se ajuste a cuanto él hace dentro de la fábrica.

Es más, dicen que por aquel lomerío nadie sabe más que Eledio Franco Castellanos de la Planta de Asfalto de Pepito Tey y que él destaca como la persona más capaz en cualquiera de las operaciones de la industria. “La experiencia, uno lleva tantos años aquí…, se justifica el entrevistado. Pero la misma excusa le vale también para pedir el merecido descanso.

“Figúrate, mi’ja, yo llevo 43 años levantándome a las 4:00 de la mañana, y el tiempo que me queda quiero estar en la casa, tranquilo, con los nietos”, afirma. Pero de tranquilidad no sabe mucho Eledio. Allá en su hogar de La Sierrita, a 25 kilómetros de la Planta, le gusta “hacer de todo, yo no puedo estar acostado”, esa resultó ser su propia versión del descanso.

Pensé encontrar un anciano cansado por los años y descubro a un muchachón, con la piel curtida y las canas blancas, sí, pero ágil, dispuesto, robusto,… cualidades propias de quien ha trabajado fuerte y sin descanso desde antes de cumplir los 20.

Eledio llegó aquí solo tres años después de que trasladaran la industria para la montaña, sin embargo, un pequeño giro de los acontecimientos hubiera cambiado toda la historia, incluyendo esta propia conversación; porque él prefería estudiar una especialidad médica. “Me presenté para un curso de Rayos X y, bueno, no pudo ser”, confiesa. Ya lo dice el refrán: “Lo que está pa’ ti, ni aunque te quites; y lo que no, ni aunque te pongas”.

“En el Tecnológico 5 de Septiembre abrieron cursos de obrero calificado en Sistema Eléctrico Industrial, lo cogí y después me hice técnico medio ahí mismo, estudiando por la noche, estuve muchos años albergado para poder terminar. Me mandaron a hacer el servicio social a la fábrica de cemento de Siguaney, cuando aún no existía la de Cienfuegos y de ahí fui trasladado para la planta de asfalto de Santa Clara, pero por poco tiempo, estoy aquí desde 1973”.

Solamente en los últimos cinco años ha sumado más de diez innovaciones a su aval. En 2017 alcanzó un premio gracias a la Sujeción de los paños de zaranda, los mismos que hoy me muestra.

“Esta industria ya tiene muchos años de explotación, aquí había una serie de problemas tremendos. Es de factura americana, pero ya nosotros le habíamos agregado muchas piezas del campo socialista y cuando este se derrumbó se acabaron los rodamientos y otros repuestos.

“Necesariamente debimos hacer inventos de cosas que ya no habían, y por ahí encaminamos las tareas, todo lo hacemos a pie de obra”.

Eledio forma parte de la brigada de nueve trabajadores cuya responsabilidad consiste en el mantenimiento constante de aquellas enormes estructuras metálicas.

“Son muchachos jóvenes, y normalmente son pocos los jóvenes a quienes les gusta permanecer el día entero en estas condiciones de altas temperaturas, polvo y esfuerzo, pero ellos vienen con deseos, asimilan muy bien las orientaciones. Prácticamente yo soy el único viejo.

“Si la Planta está rota es como si se nos enfermara una familia, enseguida lo informamos para repararlo al otro día. Ycuando cumplimos el plan de producción, vamos a la revisión, para que cuando arranquemos no surjan problemas”.

¿Cuántos premios, distinciones, diplomas, ha acumulado en más de cuatro décadas de labor?

“Sí, tengo un rincón allá en la casa nada más para los diplomas”.

De todos, hay uno del cual se siente muy orgulloso: Maestro de Oficio de la Construcción. Porque aunque es “electricista”, le toca a él adiestrar a los nuevos.

“Es un movimiento de la empresa, del cual yo soy fundador. Les doy indicaciones a los muchachos, lo mismo a un mecánico, a un mezclador. Algunos, al mes y pico, ya están listos y pueden manejar prácticamente todas las áreas de la Planta de Asfalto. Y ahora, por ser Maestro de Oficio me han dado cinco overoles, ya tengo uno para cada día de la semana”.

Cuando el próximo 5 de septiembre se celebre el aniversario 60 del levantamiento popular armado en Cienfuegos y esta propia Editora llegue a sus 37 años, Eledio cumplirá los 65. También él, desde su modesta posición, ha cambiado la historia.

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Rosa M. Díaz Hernández

Lic. Periodismo Graduada de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas 2012

2 Comentarios en “Un muchachón de 65 años

  • el 7 junio, 2017 a las 8:52 pm
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    Mis respetos para el señor Eledio Ramos, gracias a personas como el es que la economia de nuestro pais se sostiene, creo que ese tipo de técnicos, obreros, ingenieros, profesionales de todas las ramas, se merecen mucho mas por la labor de titanes que hacen, que muchas veces no se recompensa como es debido, quisiera desear que el ejemplo de esos heroes muchas veces anonimos no se pierda en el olvido. Gracias a tambien a los jovenes periodistas de este diario que nos dan a conocer que aun hay gente que no pierde la esperanza de que el futuro tiene que ser mejor.

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    • el 8 junio, 2017 a las 9:49 am
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      Gracias a usted también por leer y comentar nuestros trabajo. Encontrar y reflejar la vida de esos héroes anónimos es, din dudas, uno de nuestros placeres.

      Respuesta

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